Que tenga esa edad es creíble, pese a que pareciera de 50. Que haya tenido más de 30 hijos es algo que le dicen pero que él lo pone en duda. Que es soltero es fácil de comprobar; pues la última mujer con la que compartió su vida es su vecina y su amiga actualmente, y que viva solo es fácil corroborarlo porque su cama es de un cuerpo y en esa habitación dos personas serían multitud.
Pero, ¿que vive con más de cien mujeres?. También es una teoría creíble. Este hombre tiene en pegada cada pared de su humilde rancho de barro, las fotos de más de cien modelos semi desnudas que aparecen diariamente en un periódico popular el cual combina la sangre con la sensualidad para atrapar lectores. Uno de ellos es Ignasio Martínez Arias, oriundo del corregimiento de Valencia de Jesús y quien se ganara la vida cuando era joven, conduciendo taxis, camiones o tractores. Hoy a su edad, pese a haber compartido la vida con muchas mujeres que le dieron una multitud de hijos, vive solo, lleno de energía en la casa donde nació el músico Calixto Ochoa hace más de 80 años.
Pero de los más de 30 hijos que le atribuyen, solo ha reconocido 11 , y los cuales tuvo con cuatro mujeres con las que conformó hogares. Sin embargo es común que de vez en cuando alguna mujer aparezca en el pueblo presentándole a un hijo, o a un nieto tal como ocurrió el día que sepultaron en Valencia de Jesús a a Calixto Ochoa. Ese día el pueblo se lleno de visitantes, muchos de los cuales al parecer eran sus descendientes.
«A ninguno le he dicho que no es hijo mio » dice Ignasio, quien descomplicadamente habla de su don para procrear.
Si no eran de Diomedes eran de él
Ignasio a quien le dicen en el pueblo » El Peligroso» por sus atributos de Don Juan, no tuvo nunca la oportunidad de hablar con Diomedes Díaz, un talentoso cantante y quien también dejó una proble. Sin embargo según sus palabras, el hijo que no le atribuían al artista, se lo «achacaban» a él. La gran diferencia es que por la herencia de Diomedes muchos hijos reconocidos y no, se pelean como en la canción La Plata que precisamente era de la autoría de Calixto Ochoa. Por Ignasio nadie peleará porque ni siquiera el rancho donde vive, es suyo.
