Escuche MUY PERSONAL

Juan Miguel Soracá es un hombre de 48 años de edad. Habitual oyente nuestro, opina con palabras concisas, puntuales acerca de los temas de actualidad.  Ejerce como líder comunitario en su sector, sin ser miembro de una junta comunal. Lo conocí personalmente hace dos años en su casa, donde me atiendo como a un rey. Ese día me percaté de su patología. Un cáncer de garganta estaba afectándolo, pero ya había pasado lo peor. ¡Un valiente!, dije hacia mis adentros.

Pero no, las cosas empeoraron. Juan Miguel ha tenido una lucha constante contra su EPS para que le autorice medicamentos, traslado a centros asistenciales de mejor nivel. Hasta por su cuenta, un día se fue a Medellín, donde no se pudo mantener por falta de recursos. Volvió a Valledupar a intentar que aquí lo interviniera quirúrgicamente.  Hace poco  me hizo llorar. Me envió una fotografía que muestra la masa de su garganta, no asomada, salida literalmente. Y si así está por fuera, no quiero imaginarme como está por dentro de su cuerpo.

¿Lo peor saben qué es? Que en la clínica donde está recluido, no han encontrado un espacio en la agenda para intervenirlo. ¿Saben qué es lo peor? Que ni acudiendo a las más altas instancias en el departamento, he podido ayudarlo. La vida de Juan Miguel se apaga, frente a la indolencia de algunos, frente a mi impotencia personal.  Duele.

Soy Limedes Molina Urrego, y el anterior fue un comentario muy personal.

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