Lo único seguro es la muerte. Solemos decir. Mi tía Encha a quien tanto amé, me dijo un día que ella no le temía a eso porque pa que, si al fin de cuentas era lo único seguro que teníamos.
Pero no, descubrí a lo largo de la vida, que lo único seguro con lo que contamos es el cambio. Si, el cambio, pero no este que nos venden los políticos para seguirnos explotando y sometiendo. No es este cambio que aplicó aquello de cambiemos todo para que todo siga igual.
Les hablo del cambio de la vida. El cambio de hábitos, el cambio de trabajo, el cambio de carrera, el cambio de actitud, el cambio en la forma de pensar. Quien se resiste a estos cambios, definitivamente no podrá sobrevivir a un mundo en constante movimiento, y por ende en constante cambio.
El apóstol Pablo escribió en Romanos 12:2 “ No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente”.
El mismo Dios nos insta a renovarnos día a día, a no adaptarnos a quienes decidieron que las cosas son buenas simplemente porque siempre se han hecho así
“ Lo que está bien no se cambia” le escuché a alguien. Yo prefiero decir, lo que está bien se puede mejorar.
¿Sabias que tu cambias día a dia?. Cuando dormimos, son varias horas de renovación. Nuestras células se renuevan, nuestra mente se resetea, nuestro cuerpo se reinicia. Así que quien quiera que siempre seas el mismo, lo que en verdad quiere es que nunca avances.
Sal de la zona de confort, avanza, no te resistas al cambio, lo bueno de hoy puedes convertirlo en algo excelente mañana solo con tomar decisiones y atreverte.