De tan mala calidad son los alimentos, que estudiantes prefieren estudiar con hambre  

Ese fue parte de los hallazgos que realizó la Personería de Valledupar en compañía de la Procuraduría Regional, en colegios del municipio, donde se detectaron una seria de irregularidades en el contrato de alimentación escolar.

Uno de los hallazgos más relevantes en la actuación preventiva adelantada en siete instituciones educativas de la ciudad para verificar De tan mala calidad son los alimentos que se brinda a los estudiantes en algunos colegios de Valledupar, que muchos estudiantes prefieren estudiar con el estómago vacío a comerse la ración diaria.

el cumplimiento del contrato de Alimentación Escolar, fue la inexistencia de la prestación del servicio en el colegio Prudencia Daza.

Las visitas fueron realizadas de manera simultánea por el Personero Alfonso Campo Martínez y la Procuradora Regional, María Antonia Orozco Durán, y cinco equipos conformados por funcionarios de ambas entidades del Ministerio Público en las instituciones educativas: Loperena Garupal, José Eugenio Martínez, Rafael Valle Meza, Villa Corelca, Leonidas Acuña, Prudencia Daza y Jardín Nacional CASD.

La situación más preocupante es la que vive la institución educativa Prudencia Daza. Encontramos que desde que se inició el calendario escolar están a la espera de los alimentos. El colegio  hizo el esfuerzo de adecuar áreas para la cocina y el comedor,  pero aún no se han estrenado”, indicó el personero Campo Martínez.

En  la verificación se comprobó que en la mayoría de los colegios el menaje es mala calidad; el contratista no proporciona el kit de aseo -incluido en la minuta contractual-; no se está incluyendo el control integral de plagas y no se cuenta con los espacios adecuados para que los alumnos puedan ingerir los alimentos, tal como lo establecen los lineamientos técnico administrativos y estándares del Programa de Alimentación Escolar (PAE).

Por ejemplo, sólo en el colegio José Eugenio Martínez se utiliza la gramera, como equipo de medición de la comida que se suministra, impidiendo que se conozca a ciencia cierta si se están dando las cantidades adecuadas”, explicó Campo Martínez.

Así les fue en los colegios:

Colegios Loperena Garupal y José Eugenio Martínez:   menajes de muy mala calidad, cucharas oxidadas filosas que no son óptimas para su utilización, no cuentan con el kit de de aseo, no existen  comedores estudiantiles, los menús no han sido suministrados a las operadoras.

Rafael Valle Meza: La cocina no tiene las dimensiones adecuadas, es muy pequeña; condiciones de higiene no adecuadas, como estantes oxidados. Los menores no quieren recibir los alimentos o los botan por la baja calidad; el menaje no cumple con los estándares, se parten al usarlos. No tienen comedor.

Villa Corelca: Fumigación vigente y menaje en buen estado. El comedor es insuficiente para una población de 600 estudiantes, algunos comen el piso; no tienen kit de aseo.

Prudencia Daza: La rectora Lilia Brito manifestó que desde que iniciaron clases están a la espera de los alimentos. Cocina y comedor adecuados pero sin uso.

Leonidas Acuña: en términos generales el contrato de alimentación se está ejecutando en buenas condiciones, y las instalaciones del colegio brindan el espacio adecuado para recibir los alimentos. No se ha entregado el kit de aseo a los estudiantes y no se ha realizado el control de plagas.

Jardín Nacional CASD: Solo se brinda complemento alimentario en la mañana y en la tarde. No se brinda almuerzo. Las condiciones de la cocina en general son buenas, no hay equipos de refrigeración  ni kit de aseo.

 

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