Ser fatalista es lo peor que uno puede ser como elector, pero no es nuestra culpa, la verdad es que  surge del miedo que una u otra campaña nos infunden durante el tiempo en el que permanecen promocionando sus intenciones.

Los candidatos nos llevan de miedo en miedo, para resultar ellos ganadores, diciendo por ejemplo que si elegimos a fulanito o perensejito,  seguiremos tan mal como vamos, y para ellos siempre vamos mal porque a los errores les pesan un resaltador, en este caso color naranja que obvìa los logros de la actual admnistraciòn.

Es el caso del actual proceso electoral que vive Valledupar; querramos o no, nos guste o no, la actual administración se ha distinguido por hacer obras que es a la postre lo que históricamente la gente le pide a un alcalde. Parques por doquier, calles pavimentadas, turismo en crecimiento, etc, etc. Y aunque a mi juicio descuidó sus banderas de la familia y la cultura ciudadana, se reenfocò en la economía naranja, que tiene abarrotadas las calles de la ciudad cada fin de semana con un turismo que se ha disparado. ¿Que hay cosas por cuestionar?. Pues si, yo en lo particular he criticado de esta admininistraciòn el manto de corrupciòn que se cierne sobre algunos de sus funcionarios, y la paquidermia con la que actuaron algunos que se atornillaron a sus puestos, avalados por el Alcalde. Serán los organismos de control, quienes digan si Tuto Uhìa incurriò o no  en irregularidades en lo que tiene que ver con la contratación de las obras de la plaza Alfonso Lopez, a mi modo de ver, una obra innecesaria y faraònica.

Pero hacer una campaña basada en decir que todo lo que hizo el actual gobierno estuvo mal, es una desfachatez que màs de uno parece estar creyendo.

Pero bien, ahora miremos las campañas electorales que es lo que verdaderamente importa, porque Tuto tiene ya sus días contados.

Las encuestas dicen que esto està entre Ernesto Orozco y El Mello Castro, y los otros candidatos lo saben tanto que ya dos, Evelio Daza y Fredys Socarràs decidieron dar un paso al costado. A los demàs les conviene quemarse porque necesitan medirse con miras a unas próximas elecciones.

Los del Mello y Ernesto son dos estilos muy diferentes  por lo menos en la forma de hacer política. El Mello acudiò a su carisma jovial y al discurso fatalista que nos muestra que todo lo que se hizo en 4 años estuvo mal. Es propio de los candidatos de la oposiciòn, que nunca reconoceràn nada bueno de su antecesor, simplemente porque ellos no estuvieron en el poder.

Ernesto acudió a mostrar su hoja de vida de gerente que en estos años logrò sacar del estancamiento a una caja de compensación que se la pasaba solo de escándalo en escándalo.

El Mello decidió cambiar su nombre para hacerse sentir màs cercano a los electores. Negò su identidad, nada menos y nada màs. Ernesto reafirmò ser el mismo egresado de la UPC, nuestra universidad pública.

El Mello se muestra como el cambio y hasta por ratos nos hace olvidar que pertenece a una de las familias màs poderosas de la ciudad. Y de paso se muestra como el candidato detràs del cual no existe ningún titiritero, ocultando que hoy algunos de los que apoyaron y financiaron a Tuto Uhìa, precisamente lo están apoyando a èl. Y si revisamos bien, de ese grupo solo Ape Cuello està apoyando a Ernesto, y queramos o no, aunque sea un congresista que nunca contesta las llamadas de este medio,es el que màs recursos del nivel central jalonò para esta tierra.

No digo que los que están detrás de El Mello sean malos, corruptos o titiriteros, aunque si hay unos fanáticos e incendiarios. Lo que afirmo es que a la gente no se le ha dicho la verdad acerca de esos inversionistas que estuvieron con el actual alcalde y hoy presentan a un candidato supuestamente independiente. Son muy hábiles, eso hay que reconocerlo.

Señoras y señores, el próximo 27 de octubre los vallenatos estaremos en las urnas, y ya sin la cachucha azul o naranja sobre nuestras cabezas , deberemos decidir si dejamos la administración en manos de otro pelao simpático y bien intencionado, o en las de un gerente de esos que tanto hemos soñado por años, para que maneje los destinos de nuestro municipio.  Desperdiciar la oportunidad de votar por un gerente, es un error cuyo lujo no nos podemos dar.

Por Limedes Molina Urrego

Director Tuperfil.Net

 

 

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