Cesar, 12 de agosto de 2024.
La búsqueda de Deiver Yesid Martínez, un joven desaparecido en 2008, llegó a su fin luego de 16 años. El cuerpo del joven, hallado en el denominado ‘cementerio alterno’ de El Copey (Cesar), fue entregado dignamente a su familia el pasado 15 de julio, gracias a la labor conjunta de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD).
Deiver, de 18 años, desapareció en enero de 2008 tras dirigirse a El Copey en busca de una oportunidad laboral. Según investigaciones de la JEP, fue presentado como un supuesto extorsionista abatido por el Gaula del Ejército en la vereda El Reposo, El Copey. Sin embargo, los hechos que rodearon su muerte permanecieron en la oscuridad durante años.
Candelario Martínez, padre de Deiver, comenzó una incansable búsqueda que lo llevó a investigar por su cuenta, recibiendo poca o ninguna ayuda de las autoridades. En 2012, una fuente le condujo al lugar donde se presumía que su hijo había sido asesinado, pero la falta de apoyo oficial le impidió confirmar la información. Todo cambió en 2020 cuando la JEP, basándose en pruebas documentadas, decidió proteger los cuerpos no identificados en el cementerio de El Copey mediante una medida cautelar.
El magistrado Óscar Parra, encargado del Caso 03 que investiga asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate, ordenó el trámite judicial que permitió la exhumación de cuerpos en el cementerio. «Esta entrega digna constituye un avance en el proceso de sanación individual y colectiva de sus familiares y representa un paso más en la garantía de su derecho a la reparación», señaló Parra.
A través de la medida cautelar, se han exhumado 52 cuerpos en el cementerio de El Copey, de los cuales seis han sido identificados y entregados a sus familias. La entrega del cuerpo de Deiver marca un paso significativo en la búsqueda de verdad y justicia para las víctimas y sus familias, en el marco de la Justicia Transicional Restaurativa.
Candelario Martínez expresó su gratitud al Sistema Integral para la Paz: «Gracias a Dios que entre esos cuerpos salió el de Deiver», dijo, recordando los años de incertidumbre y dolor que ahora, aunque no eliminados, encuentran un poco de alivio al saber finalmente el paradero de su hijo.
