El 26 de octubre de 2004 fue abatido David Hernández Rojas, alias 39, considerado el segundo al mando del bloque norte de las AUC. Su muerte a decir del Ejército, se produjo en un enfrentamiento en la vereda El Mamón, la cual era ocupada por parte del grupo armado ilegal que había sembrado el terror en el Cesar.
Junto con alias 39, fueron muertas 4 personas más, consideradas también miembros de las AUC. Entre ellos estaba alias La Mona, quien al parecer era la compañera sentimental de Hernández Rojas. De ese grupo de abatidos, solo 39 y su mujer, eran protagonistas, el resto simplemente eran considerados unos anónimos más, un número en la larga lista de bajas que el Ejército ha logrado en esta dura guerra.
Pero el anonimato se quiere acabar para uno de los abatidos. Se trata de Edgar Martínez Andrade, quien el día de su muerte cumplía 19 años de edad. Era estudiante del colegio Loperena Garupal, y según su padre, quien también se llama Edgard Martínez, no pertenecía a las AUC como se aseguró el Ejército al momento de ser encontrado muerto.
El señor Martínez quien reside en el corregimiento de Badillo, quiere limpiar la imagen de su hijo, porque está seguro que su único hijo varón quien cursaba noveno grado, solo era un muchacho que tal vez estaba en el lugar equivocado al momento de morir.
“ Él era la esperanza mía, el único hijo varón que tenía” dice Edgar, quien asegura que todo este proceso lo llena de temor, pero también le ha afectado psicológicamente.
