En los años noventa era común verlo en las tarimas o escucharlo cantar en la radio. José Díaz Cujia, un cantante que luchó y luchó por ser una figura musical, hasta que se encontró con que dentro de esa industria ocurrían muchas injusticias. Por ejemplo, que los compositores eran explotados por las disqueras, y que a pesar de tener éxitos musicales, vivían en condiciones precarias.
Esto lo animó hace más de 12 años a comenzar a estudiar derecho en la Universidad Popular del Cesar. Hace 6 años se graduó y desde entonces se dedica a esta profesión.
Este guajiro nacido en El Molino hace 49 años, es hoy el flamante abogado conciliador que cualquier ciudadano puede consultar en la Permanente Central de Policía ubicada en la carrera tercera en el centro de Valledupar. “Nunca se lo que atraviesa por esa puerta, pero no doy base a que me cojan fueran de la norma” dice el jurista, especialista en derecho administrativo y solución de conflictos.
Pero, ¿dónde quedó la música?. Díaz, no niega que añora las tarimas, pero para desestresarse le dedica parte de su tiempo a la música como profesor en la misma universidad donde se graduó. “ El oficio de conciliador es bastante desgastante, y me desestreso en la música “señala este hombre que dirige la banda papallera de la universidad.
“ No me ha quedado grande ni ser buen músico, ni ser buen abogado” dice al señalar que gracias a Dios ha salido avante en ambas profesiones. Ambas difíciles, gratificantes pero difíciles.
En medio de códigos, de casos y conflictos, el músico que ahora se dedica al derecho, solo espera poder seguir sirviéndole a la gente, aunque no siempre arranque sonrisas con sus decisiones de abogado, como si las arranca siempre con sus cantos.
