Valledupar, 7 de febrero de 2025. El senador y precandidato presidencial Miguel Uribe abordó en entrevista con este medio de comunicación varios de los problemas graves que afectan al país, en particular la crisis humanitaria en el Catatumbo y otras zonas afectadas por el narcotráfico y la violencia. Según Uribe, la situación en el Catatumbo es un claro ejemplo de la falta de acción del gobierno de Gustavo Petro en el manejo de la seguridad y la lucha contra el narcotráfico.
Para Uribe, lo que está sucediendo en el Catatumbo es una «crónica de una muerte anunciada». Destacó que la producción de cocaína en esta región ha crecido de manera alarmante, pasando de 2,000 hectáreas de coca a más de 50,000 hectáreas en los últimos años. Según el senador, el narcotráfico es el principal motor de la violencia en la región, ya que los grupos armados como el ELN y las FARC luchan por el control de los cultivos y las rutas de tráfico. Uribe señaló que el gobierno ha renunciado a combatir estos grupos y, en lugar de enfrentar el problema, ha optado por la impunidad, lo que solo ha generado más violencia.
«Este es un claro fracaso del gobierno actual«, aseveró Uribe, quien también mencionó que el Catatumbo no es el único lugar que sufre los efectos de la violencia y el narcotráfico. Según el senador, este fenómeno se replica en muchas otras regiones del país, incluyendo el Valle del Cauca, Cauca, Nariño, Putumayo, Antioquia y otras zonas. Uribe responsabilizó al gobierno de Petro de esta situación, afirmando que la propuesta de paz total que ha promovido el presidente solo ha servido para ofrecer impunidad a los criminales, lo cual ha exacerbado la violencia.
Uribe también se refirió a la tragedia humanitaria que afecta al Catatumbo, donde más de 55,000 personas han sido desplazadas por los enfrentamientos armados y la violencia generada por el narcotráfico. «Es la tragedia humanitaria más grande que hemos vivido por desplazamiento en la historia del país», lamentó Uribe, quien criticó la actitud del presidente Petro, que en una reciente reunión del gabinete no hizo ninguna mención sobre el Catatumbo ni mostró interés en la crisis que viven los desplazados.
En cuanto a las posibles soluciones, Uribe presentó un plan de intervención integral que incluye tanto medidas de seguridad como de desarrollo social y económico en las zonas más afectadas por el narcotráfico y la violencia. «Es necesario un plan militar fuerte, acompañado de desarrollo social, para poder hacerle frente al narcotráfico y a los grupos armados», afirmó. Además, destacó que la intervención social y económica debe ser complementaria al trabajo de las fuerzas armadas para garantizar una verdadera recuperación de estas regiones.
Por otro lado, Uribe también habló sobre la situación del Cesar, un departamento con gran potencial económico, pero que se ve afectado por la violencia, la extorsión y la falta de inversión. En este sentido, Uribe se comprometió a apoyar la minería legal de carbón, así como a promover el desarrollo de sectores estratégicos como el agroindustrial, el sector turístico y la infraestructura, que pueden generar empleo y crecimiento en la región. «Es fundamental promover más empleo y más ingresos para los colombianos», indicó Uribe, quien también reiteró su compromiso con la lucha contra la minería ilegal.
Finalmente, Uribe resaltó la necesidad de tomar decisiones rápidas y firmes, señalando que el liderazgo del gobierno actual es insuficiente para enfrentar estos desafíos. En su lugar, el precandidato propuso un liderazgo que trabaje en el territorio, en contacto directo con las comunidades, para superar la violencia y generar oportunidades para los colombianos.