Valledupar
La situación de los ganaderos en Colombia, especialmente en la región Caribe, está generando crecientes preocupaciones debido a la práctica de mezclar leche con lactosuero en la industria láctea. Esta problemática ha captado la atención de diversos medios, incluyendo la revista Cambio, que recientemente publicó un artículo titulado «El fraude del lactosuero en Colombia». Además de los reportajes de El Colombiano y El Espectador, la situación ha sido motivo de discusión en este medio de comunicación.
“ La verdad es que yo nunca había visto un despelote tan grande como el que estoy viendo ahorita en el sector ganadero.” Dijo Indalecio Dangond, experto en el tema agropecuario, al criticar la falta de acción por parte de las autoridades responsables, señalando que tanto la Superintendencia de Industria y Comercio, como el ICA y el Invima, han mostrado una «débil posición y gestión» frente al problema.
Dangond argumenta que la práctica de adicionar lactosuero a la leche, que debería estar prohibida en Colombia, no solo afecta a los ganaderos locales, sino también a la salud de los consumidores. “Es un problema que afecta no solamente a los ganaderos del país, sino a la salud de los 52 millones de colombianos,” subrayó. Además, expresó su preocupación por la ausencia de medidas estrictas para combatir esta práctica, mencionando que “aquí deben haber intereses particulares muy enormes para que tampoco en el Congreso de la República se haya hecho un debate serio.”
El experto también criticó la falta de control en la importación de productos lácteos, destacando que “el Ministerio de Comercio Industria y el Ministerio de Agricultura, junto con el Invima y el ICA, no ejerzan un control más exhaustivo sobre lo que está entrando por los puertos y por los aeropuertos en Colombia.” Dangond enfatizó que la importación de leche en polvo y otros productos, que muchas veces llegan en condiciones menos favorables, contribuye al problema. El análisis de Dangond sugiere que las deficiencias en la regulación y la vigilancia permiten que las empresas mezclen lactosuero con leche, engañando a los consumidores y perjudicando a los pequeños productores. Según él, “los productores están prácticamente a merced de las industrias que no tienen escrúpulo para vender un producto que está prohibido.”