Luis Ortiz Romero era un humilde joven de 22 años que residía en el barrio La Victoria de Valledupar. Según sus vecinos y familiares, era un muchacho muy humilde, amable y trabajador. » De delincuente no tenía un pelo» dicen quienes lo conocieron en el sector mencionado.
Pero Luis cometió un error; estar en el lugar equivocado con la persona que él pensó era la correcta: el amor de su vida.
Se trata de Derlys Soley Mateus Castañeda, una joven de ojos claros de quien Luis se enamoró perdidamente cuando casualmente la conoció en una cárcel en Valledupar. Un amor que nació tras las rejas, esas que Luis solo conoció por la casualidad y por el amor. Ella, fue a parar en el 2014 junto a once personas más, luego de ser condenada por el delito de homicidio y concierto para delinquir.
Derlys era una joven empresaria del municipio de San Martín. Allí tenía una funeraria cuyo negocio marchaba muy bien según las autoridades, porque quien compraba un seguro fúnebre y un seguro de vida, al poco tiempo terminaba muerto, pues al parecer la banda a la que pertenecía la joven, ordenada el crimen.
Fue esa situación la que llevó a la cárcel a Derlys quien a los 3 años logro la libertad, estado perfecto para hacer su vida con el amor de su vida, el joven Luis Ortiz Romero.
A raíz de esta nueva condición de la mujer, el joven viajó a San Martín sur del Cesar, donde comenzó a vivir con su compañera hasta que este fin de semana, unos sujetos armados llegaron a la residencia de ambos y los acribillaron a ambos.
Las autoridades abrieron la investigación para determinar quienes fueron los autores materiales e intelectuales de este doble asesinato.
