A la expectativa se encontraban los vallenatos, especialmente muchos feligreses de las iglesias cristianas de Valledupar, por lo que sería la posición que asumiría el alcalde Augusto Ramírez Uhía en torno de los carnavales de la ciudad.
La expectativa se debía a que muchos le apostaban a que Ramírez Uhía no apoyaría la celebración de unas fiestas que a todas luces, no es compartida por la comunidad religiosa a la que pertenece en mandatario municipal.
No obstante la decisión del burgomaestre fue permitir que el carnaval se realizara.
La primera autoridad del municipio de Valledupar, afirmó que un grupo de ciudadanos han tocado las puertas para que se acompañe a la celebración de las fiestas carnestolendicas, “como gobierno entendemos la libertad que tienen todos los ciudadanos en expresarse culturalmente, por ende hemos concertado permitir estos eventos de manera prudente, acertada y planificada”.
Reiteró que su principal propósito es el bienestar y la integridad de la población, por lo cual, la prioridad será la seguridad, “los eventos para la entretención de los ciudadanos no deben generar desorden o indisciplina, su organización debe corresponder a planes de contingencias de acuerdo a las normas y responder ante la administración municipal por la seguridad de los asistentes, para que disfruten esta tradición cultural que este gobierno incluyente decide acompañar”.
