Pedro Manuel Ospino reconoce que la gente se fastidia con el uso de megáfonos por parte de sus colegas, pero a la vez señala que estos necesitan este aparato para vender sus productos. No obstante, él es una muestra fehaciente de que para ejercer esta labor, no es necesario perturbar con el volúmen de estos aparatos.
Nos lo encontramos en la calle de un sector de Valledupar, ejerciendo su trabajo «a capela», sin necesidad de ningún aparato amplificador, sin embargo, su voz llegaba de esquina a esquina donde precisamente está la gente que le puede comprar.
Dijo Pedro Manuel que Dios le ha premiado con una potente voz, y que nunca ha necesitado de un aparato de sonido para vender. Esta es una muestra más de que para ganarse la vida en las calles, no hay necesidad de sabotear el trabajo y los estudios a los demás.
Se ponen de acuerdo para no comprarle
Entre tanto en sectores como el barrio Los Cortijos de Valledupar, los vecinos de ese sector están planteando la posibilidad de ponerse de acuerdo para no comprarle a quienes pasan vendiendo sus verduras usando los megáfonos. Anunciaron que van a solicitarle al Secretario de Gobierno Municipal que les decomisen estos aparatos como estaban haciéndolo, pero que suspendieron por la presión de algunas personas en las redes sociales.
