Este medio de comunicación ha sido testigo en las últimas semanas del estado deplorable en su aspecto físico y de salud que registran los caballos utilizados en los llamados carros de mulas, tres de los cuales en menos de una semana han caído producto de la desnutrición, enfermedades y sobrecarga.

El caso más reciente ocurrió hoy al mediodía tras la fuerte temperatura y el cansancio un viejo caballo se desplomó y requirió de la ayuda de varias personas para ayudar a levantarlo al igual que el concurso de unos policías que llegaron.

El cuadro no pudo ser más penoso, una vieja carreta que maltrataba sus ancas fue otro de los factores para que el equino no resistiera más aparte del rejo que implacablemente le dan los que aparte de la carga van subidos exigiendo velocidad.

El clamor de los presentes fue unísono, hasta cuándo se va a permitir el abuso contra estos animales a los que, para remate, los sueltan a altas horas de la noche a las calles para que se alimenten de cartón y desperdicios mientras en la madrugada vuelven por ellos para someterlos a la dura faena.

Los casos son repetitivos en varias partes de la ciudad incluso se presentó un caso en el que un caballo metió las extremidades en una de las rejillas del alcantarillado pluvial lo que necesitó de la intervención de los Bomberos para poder desatascar.

Lo cierto es que aquí se ve poco compromiso por parte de los entes gubernamentales con el tema de la sustitución de tracción animal lo que se negoció en la alcaldía pasada, pero que no prosperó y las calles siguen llenas de este informal medio.

Por William Rosado Rincones.

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