Manuel Campo, un adulto mayor de 80 años, no se atreve a salir de su lugar de residencia ubicada en el barrio Los Fundadores por miedo a que su hijo Eider Campo, de 43 años, que es adicto a las drogas, le haga daño como lo ha hecho veces anteriores. “Últimamente agrede verbal y físicamente a nuestro padre”, dijo Elena …