El agente interventor del hospital Rosario Pumarejo de López, Dúver Vargas, que fue designado por la Superintendencia de Salud, habló en Radio Guatapurí sobre el estado financiero y operativo en el que se encuentra el centro asistencial y demostró su optimismo que este pueda salvarse de la liquidación.
El funcionario comentó que el hospital tiene unos pasivos que superan los $122.000 millones, de los cuales más de $70.000 millones hacen parte de una lista de pagos y dentro de este monto $21.000 millones corresponden a lo que se le debe al personal que estaba vinculado a través de asociaciones sindicales.
La interventoría encontró que hay trabajadores que se les debe un mes de sueldo y a otros dos años. “Hemos encontrado en el personal especializado que se les debe hasta 24 meses. Cuando nosotros vemos el monto de las deudas por pagar que tiene la entidad versus las deudas que tienen las diferentes EPS con el hospital es donde evidenciamos que hay un problema estructural”, explicó Vargas.
Según los cálculos, de las cuentas por cobrar de la entidad solo es posible recuperar por vía de cobro prejurídico alrededor de $45.000 millones y por lo tanto Vargas consideró que hay un desbalance entre lo que debe el Rosario Pumarejo y lo que le deben al mismo.
¿Y qué se tiene pensado para mantener a flote al centro asistencial? Ante esta pregunta, el agente interventor comentó que empezaron a gestionar recursos de orden nacional o del orden departamental y a recuperar la confianza y la credibilidad institucional ante los diferentes actores debido a la precaria prestación de los servicios o la baja oferta de atención que había al carecer de especialidades, como la UCI neo natal y el área respiratoria, porque estaban cerradas.
Vargas dijo que al personal se le han pagados los sueldos de enero y febrero de este año y que desde el 1º de marzo no se le dio continuidad a los contratos de los trabajadores a través de terceros, es decir, por medio de asociaciones sindicales, y ahora son contratados a través de órdenes de prestación de servicios.
Aunque el diagnóstico del hospital demuestras saldos rojos el agente interventor reiteró que este año el hospital ha avanzado en algunos puntos y es optimista que la entidad irá mejorando con el pasar del tiempo.
La Superintendencia de Salud intervino al hospital Rosario Pumarejo de López ante la grave crisis financiera y gerencial a la que estaba sumida desde hace años. La intervención inició a comienzos de enero de este año y está proyectada para que culmine el 3 de enero del 2023.
