El señor Carmelo Vera nunca se imaginó que el osario por el que había pagado en vida para que al morir descansaran sus restos, no era suyo sino de propiedad de la Diócesis de Valledupar. Solo años después al morir su esposa, la señora Argelida Casalín, sus hijos descubrieron que debían pagar por usar dicho osario.
Así lo denunció la señora Carmen Vera Casalín, hija de ambos, al indicar que en diciembre del año pasado, debió pagar la suma de 800 mil pesos por concepto de “reutilización del osario”, cuando en vida su señor padre había adquirido el mismo, a fin de evitarles a sus hijos, este gasto.
En diálogo con Radio Guatapurí, la señora Carmen Vera indicó que ante la exigencia de la Diócesis, ella y sus hermanos hicieron el esfuerzo de pagar los 800 mil pesos, ya que era inminente la exhumación del cuerpo de su mamá.
La razón que la Diócesis le expuso a la señora Vera para exigir el pago de la suma mencionada, era la necesidad colocar una lápida que sus hijos no podían suministrar, sino que debía ser del mismo tipo de las usadas en todos los osarios.
No obstante, hace 15 días, y al visitar el osario donde reposan los restos de sus padres, pudieron observar que aún esta lápida no había sido instalada, según la Diócesis, porque habían perdido los datos de su difunto padre, lo cual cataloga la señora Carmen Vera, como una negligencia por parte de la Diócesis de Valledupar.
Otro asunto que mantiene inquieta a la señora Vera, es que, al momento de depositar los restos de su madre en el osario, pudo observar que la bolsa que supuestamente contienen los restos de su padre, no es la misma en donde fueron depositados estos años atrás, lo que la hace dudar sobre si esos restos en realidad pertenecen a su progenitor.
