Las decenas de personas que habían invadido el fin de semana el terreno ubicado a un lado del barrio El Páramo desmantelaron los cambuches que habían instalado y desalojaron el lugar de forma pacífica desde las 3:00 de la tarde de este martes.
Un grupo de funcionarios de la Secretaría de Gobierno, encabezado por un inspector de Policía, se acercó al lugar durante el mediodía con el fin de hablar con los invasores y hacer una inspección sobre las denuncias de la invasión del terreno. “En efecto, se encontraron en fase de construcción algunos cambuches”, expresó el secretario de Gobierno, Luis Galvis.
Entre las 2:30 y 3:00 de la tarde, la Alcaldía regresó acompañada con efectivos de la Policía y el Esmad. En ese espacio había varios cambuches que medían aproximadamente 2 metros de ancho por 5 metros de largo.
“Aproximadamente, habíamos 60 familias, más de 200 personas”, manifestó Daniel Tovar, uno de los invasores, quien decidió meterse en el terreno, porque no tiene cómo pagar el arriendo del lote donde vivía en la invasión Familias Unidas, situada a pocos metros de allí.
“En los lotes vivimos cuatro familias y son lotes pequeños. Pagamos arriendo, estamos alquilados y como no tenemos trabajo nos están sacando, no tenemos para la comida, no estamos trabajando”, señaló Tovar.
Por su parte, Yuliana Mendoza, quien también había hecho su cambuche, argumentó que invadió el terreno porque no está trabajando y no tiene cómo pagar un predio donde pueda estar con sus hijos. “La solución fue invadir y tener un terreno donde uno se pueda meter a vivir”, insistió la madre de familia, quien pagaba $100.000 de arriendo en la invasión Familias Unidas.
Sobre la queja de algunos habitantes de El Páramo, la cual indica que esta invasión podía ser epicentro de comercialización y consumo de sustancias alucinógenas, Mendoza respondió que allí solo había personas que quieren trabajar y un lugar dónde vivir.
