En marzo de 2023 recibimos la buena noticia de la decisión adoptada por parte de la Superservicios de intervenir a la empresa de servicios públicos de Valledupar Emdupar. Buena noticia porque casi siempre estas intervenciones significan que el gobierno nacional les dice a los entes territoriales, quítate tu que te voy a demostrar como se maneja esta entidad.
Y así lo hizo el gobierno a través de la Super, quitar al gerente de entonces, sacar a la politiquería que se había adueñado de la empresa, para comenzar a ordenar la casa. Los más felices fuimos quienes residimos en los barrios en donde el servicio de agua es pésimo desde hace muchos años. Nuestra esperanza estaba entonces en la Superservicios que iba a cambiar la historia.
Ha pasado un año y siete meses, y dicha intervención no ha servido para nada. Que lograron que el sindicato renunciara a la mayoría de sus prebendas, que acabaron con puestos de corbata, que quitaron del medio a los politiqueros, que no le siguieron el juego a la chupa sangre de Radian es verdad. No lo podemos negar. Pero lo más importante, que es el servicio de agua, y al fin de cuentas es lo que más nos interesa a los vallenatos, y es la razón de ser de Emdupar, es hasta ahora una simple ilusión, y más que eso, una frustración para los sectores que hace mucho tiempo vienen sufriendo por la ausencia del servicio.
Recientemente Emdupar anunció la suspensión del servicio de agua para disque intervenir una válvula, a través de lo cual la comuna 3 y la parte alta de la comuna 4 iba a dejar de sufrir por la ausencia del preciado líquido. Déjenme decirles que resultó peor el remedio que la enfermedad, porque desde entonces, las ausencias del chorro, son más frecuentes.
A estas alturas de la vida, la gente ya no le cree a la carita de yo no fui de Pablo Jaramillo, el agente interventor, ni a la supuesta humildad de Fabián Mendoza, su gerente técnico, ambos han resultado ser más falsos que la promesa del cambio.