“Amor @noibeth01 nuestro sueño y anhelos de tener nuestro Bb por culpa de negligencias médicas lo perdemos, Dios nos de muchas fortalezas, todavía no asimilo esta noticia”. Con esta frase escrita en su muro, Javier Eduardo Beltrán, le dio a conocer a sus amigos en la red social Facebook, que su esposa acababa de perder a su primer hijo, a quien esperaban con mucho amor.
Beltrán es locutor de la emisora Olímpica Estereo en Valledupar. Su esposa es Noiris ( ) es una joven de 25 años, con quien reside en el barrio Don Alberto de Valledupar. Su caso es una muestra más de que el servicio de salud en el país colapsó, no solo por culpa del mismo sistema, sino por la falta de humanidad por parte de muchos galenos que tienen en sus manos la vida de las personas.
Todo comenzó el martes 4 de noviembre, cuando Noiris llamó a su esposo que se encontraba trabajando, debido a que comenzó a presentar un sangrado. En cuestión de minutos llegó con ella a la sala de atención prioritaria de Salud Total. Eran exactamente las 12 y 30 del mediodía. Como casi siempre ocurre, la sala estaba abarrotada de gente, tanto que la mujer embarazada no tuvo donde sentarse.
A pesar de tener preferencia por su condición de mujer gestante, solo hasta las 2 y 30 de la tarde, Noiris fue atendida por un médico muy joven de nombre Fabio, quien ante la situación delicada de salud tomó la decisión de remitirla para la clínica Buenos Aires donde debía ser observada por un especialista.
A pesar de ello, la orden fue rechazada por la jefe de enfermería, quien con la remisión en la mano, se dirigió al consultorio a decirle al médico que se había equivocado con esa remisión, pues ellos en Salud Total contaban con especialistas. “ Lo regañó delante de mi” dijo Beltrán.
Fue así como el joven galeno, quien le confesó a Javier Beltrán que solo llevaba trabajando allí 21 días, ordenó dejarla en observación.
“ Salí entonces a buscar dinero porque estaba limpio” dijo a Tuperfil. Net el preocupado padre, quien dos horas después volvió a la sala de urgencias de Salud Total. Allí encontró a su esposa aún en camilla, pero sin que le hubiesen hecho absolutamente nada, por lo que le preguntó a otro médico el porqué de ese descuido.
“Ese médico mucho mayor que el primero, se dirigió a donde el médico de nombre Fabio y le dio otro regaño porque no había ordenado el traslado de la paciente”.
Eran las 4 y 30 de la tarde, cuando le suministraron a Noiris dos pastillas de acetaminofén para el dolor.
Estaban de farra
Cinco horas después, 9 y 30 de la noche, desesperado Beltrán decidió recorrer el interior de Salud Total encontrándose con que en uno de los consultorios, celebraban el cumpleaños de algún trabajador de allí, por lo que reclamó al personal médico.
“Mientras ustedes celebran la gente allá afuera se está muriendo” les dijo.
En ese instante, el médico que había regañado a su colega, llevó a Javier Beltrán a otro lugar de la sección de urgencias, donde le dijo: “te voy a decir la verdad, aquí el doctor Fabio tuvo un error pero realmente no podemos hacer más, porque esto no es una urgencias, es primeros auxilios, detectamos una urgencia y la remitimos a una clínica”.
Esta confesión se encuentra grabada en el celular de Javier Beltrán, así como las palabras en las que le confiesa que el especialista de ellos, solo estaría en Salud Total al día siguiente y que para solucionar esta situación, debía renunciar a la urgencia y llevarse a su esposa a otro centro asistencial.
Por fin llegó la remisión
Ante la negativa de Javier Beltrán de llevarse a su esposa renunciando a la urgencia, Salud Total la remitió a eso de las 11 y 30 de la noche a la Clínica Cesar donde fue canalizada y dejada en observación hasta las 9 de la mañana del día siguiente, cuando llegó el médico especialista.
“ El especialista llegó, no demoró más de 30 segundos haciéndole un examen y diciendo con mucha frialdad que no había más que hacer, sino un legrado” dijo a Tuperfil.Net Javier Beltrán.
¿Qué sigue ahora?
Ante esta situación, Javier Beltrán y Noris ( ) decidieron dejar lo ocurrido en manos de la justicia, la cual no podrá devolverle los sueños a la joven pareja que llevaba cuatro meses esperando al amor de su vida, pero si por lo menos, evitar tal vez que casos como estos no vuelvan a ocurrir.
Por Limedes Molina Urrego
Periodista Tuperfil.Net
@LimedesMolinaU