La falta de cultura ciudadana y la falta de sentido de pertenencia, son evidentes en los daños de los que vienen siendo objeto las esculturas que se han construido en Valledupar. El más reciente hecho se presentó en el Parque de La Provincia, donde la sonrisa de la escultura de Diomedes Díaz ya no es la misma, debido a que los delincuentes se hurtaron el adorno que tenía en sus dientes y que simulaba el diamante que el artista se había mandado a colocar en vida.
Este hecho se suma a la amputación que en uno de sus dedos sufrió en días pasados la escultura de Iván Villazón, ubicada también en el Parque La Provincia, y a la foto que circula por las redes en las que se muestra a un hombre sobre la cabeza de la escultura La Pilonera Mayor ubicada en la glorieta a las afueras del Parque de la Leyenda, y al robo de la caja del que hace muchos años fue objeto la escultura de Los Músicos ubicada en la Glorieta de La Ceiba.
Precisamente el fin de semana, el director de la Casa de la Cultura de Valledupar adelantó una visita en compañía del escultor Jhon Peñaloza, con el fin de adelantar una valoración a las obras que han sido vandalizadas, con el fin de comenzar a trabajar en su restauración.
Liñán hizo un llamado a la ciudadanía para que cuiden sus parques y obras de arte, con el fin de que la ciudad no deje de ser un atractivo turístico, una vez pase la pandemia.
