El Secretario de Gobierno del municipio de Valledupar, Luis Enrique Galvis, se refirió a la demolición de un inmueble, en el barrio Santo Domingo, el cual funcionaba como olla.
Galvis aclaró que, en este sitio, no hubo extensión de dominio, sino que lo que hubo fue un proceso jurídico diferente de estudio, demostración y caracterización, que permitió comprobar que en ese lugar se comían actos ilegales e inmediatamente hubo una intervención porque la presencia del inmueble alteraba la tranquilidad de la comunidad.
Indicó el Secretario de Gobierno que el proceso aún no ha culminado, sino que se adelantan procedimientos que permitan cerrar el predio, labor que se le responsabiliza al propietario del terreno, puesto que en los alrededores hay residencias habitadas e incluso establecimientos constituidos que están siendo afectados por la delincuencia, habitantes de calles y consumidores que se han apoderaron del lugar.
Explicó Luis Galvis que el trabajo de demolición de la vivienda que se dio por solicitud del mismo dueño fue complejo por lo grande que es el predio que tiene más de 740 metros cuadrados y por las viviendas que allí están tocó demolerlo de manera manual a punta de cincel y mona, puesto que la mayoría de los predios son antiguos y podrían salir perjudicados.
Galvis aclaró que, al registrarse una situación de orden público, la administración municipal intervino en el caso de interés general.
De otra parte, Luis Galvis contestó la queja de un ciudadano que denunció en este medio de comunicación la congestión del espacio público por vendedores ambulantes venezolanos en la carrera 10, mencionando que a raíz de la pandemia el empleo informal ha creído y la población inmigrante ha ingresado con mayor frecuencia al territorio por necesidad, sin embargo, es un tema en el que la entidad viene trabajando y se inspeccionará la zona.
