Mamagallista y dicharachero junto a  el hombre que sabía hacerle el mandado a la gente, son los calificativos que se escuchan cuando se trata de hablar de Wilber El Mocho Hinojosa.  Sus compañeros del Concejo de Valledupar coincidieron en recordar que su desaparecido compañero, se caracterizaba por ser un hombre lleno de buen humor, al que sacarlo de sus casillas era casi imposible.

“El Mocho era una persona al que todos le fregábamos la vida, y todos le mamábamos gallo y nunca vimos para verlo coger una rabia” dice Hernán Felipe Araujo concejal de Valledupar. El mismo concejal recuerda que ni siquiera el mal momento que vivió hace unas semanas cuando llovieron sobre él las críticas, al momento de expresar que para alcanzar la paz se requería darle plomo a los guerrilleros, hicieron que eso le quitara la paz. “ Él ni siquiera ese incidente que lo magnificaron, el se mantuvo en su posición porque era lo que él cría” recordó Araujo, al asegurar que las palabras del concejal fueron sacadas de contexto en el momento.

A tal punto llegaba la tolerancia de Hinojosa, que incluso soportaba las bromas que le hacían sus compañeros debido a la falta de una de sus manos. De hecho el mismo día en el que se produjo el pre infarto que terminó llevándoselo, reunidos en la oficina de la presidencia del Concejo, tomaron del pelo. El concejal Alex Pana tomó una grapadora y quiso coserle la manga izquierda de su camisa, y posteriormente le tomó la cabeza molestándole el cabello. Pocos minutos El Mocho se levantó los insultó jocosamente y le regó el vaso de agua al concejal Hernán Felipe Araujo.

Todo fue risas, no hubo ninguna pelea, como siempre lo que hubo fue un momento de juego entre amigos que siempre se quedara en el corazón de los miembros del concejo.

 

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