Riohacha, enero 14 de 2025.  A partir del 15 de enero, la comunidad indígena wayuu en La Guajira llevará a cabo un paro indefinido como respuesta a lo que consideran una falta de justicia y reconocimiento por parte del Estado y las empresas operadoras en la región. Esta medida fue anunciada durante el Congreso de Autoridades Tradicionales Wayuu, realizado en Uribia a finales de 2024, donde diversos líderes y representantes de las comunidades indígenas expresaron su profundo descontento por las condiciones sociales y ambientales deterioradas por las actividades extractivas en el territorio.

Durante el congreso, las autoridades wayuu hicieron un llamado contundente al Estado colombiano y a las empresas que explotan los recursos naturales en la zona, principalmente Cerrejón, para que se responsabilicen del impacto negativo generado por la extracción de carbón en la región. Los líderes wayuu advirtieron sobre lo que consideran un daño irreversible al medio ambiente y a la salud de las comunidades locales, como consecuencia de las prácticas de la multinacional minera.

Uno de los temas centrales del paro será la reivindicación de derechos y el reconocimiento de su autonomía en los procesos de toma de decisiones, especialmente en lo que respecta a los proyectos extractivos que afectan su territorio ancestral. Además, exigieron que se pongan fin a las afectaciones que las operaciones de Cerrejón han causado a la agua, el aire y los suelos en el área de influencia de las comunidades wayuu.

Además del reclamo por los daños sociales y ambientales, los líderes wayuu también han dejado claro su interés en obtener una participación económica en los beneficios derivados de los proyectos de gas offshore que se están desarrollando en la región. Este tipo de proyectos, como el campo Sirius, anteriormente conocido como Uchuva, ha generado gran expectativa debido a sus potenciales beneficios económicos. Sin embargo, las autoridades indígenas señalan que las comunidades wayuu no han sido incluidas de manera adecuada en la distribución de estos recursos, a pesar de que el impacto de estas actividades se lleva a cabo en su territorio.

El paro indefinido, que se prevé tendrá un fuerte respaldo de la comunidad wayuu, busca no solo la visibilización de estos problemas históricos, sino también que el gobierno nacional y las empresas involucradas en la explotación de los recursos naturales en la región establezcan un diálogo real y sostenible para abordar las demandas indígenas y mejorar las condiciones de vida de estas comunidades.

Este paro también hace parte de una larga lucha por los derechos de los pueblos indígenas que han visto cómo sus territorios ancestrales han sido explotados en nombre del desarrollo, sin que se les garantice el respeto por su autonomía ni una compensación justa por los recursos que han sido extraídos de su tierra.


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