Levantar a siete hijos, siendo papá y mamá al mismo tiempo, no es tarea fácil, pero con amor, dedicación y mucho esfuerzo se puede. Así lo hizo Ceneles Castro, una habitante de la Jagua de Ibirico, Cesar, quien ante la dificultad para conseguir empleo en su municipio decidió hacer lo posible para que todos sus hijos se formaran en la universidad.
Una vez graduados todos, la valerosa mujer pensó que todo será más fácil, pues con el título profesional que exigían en empresas de su municipio, como las mineras, sus “polluelos” tendrían oportunidades, pero contrario a lo pensado, no ha sido así.
A la fecha y después de mucho tiempo de graduados, sus hijos siguen a la espera de una oportunidad. Por el momento hacen parte del grueso índice de desempleados de ese territorio carbonífero, el cual se empeoró con el cierre de Prodeco.
Aunque Ceneles tiene rostro amable, éste se torna un poco molesto al asegurar que la “peor tristeza es que en La Jagua de Ibirico, nosotros los jagüeros no podemos conseguir un buen empleo”, añadiendo que quienes se benefician son los foráneas que vienen de otras partes.
Ante los muchos intentos realizados por sus retoños, incluso acudiendo directamente al alcalde de la población, Ovelio Jiménez, de quien obtuvo respuesta negativa, por el contrario Ceneles tiene un sabor amargo de su parte porque ella laboró 9 meses en la administración local y hasta la fecha solo le han pagado uno, sin que haya poder humano que le haga el milagro de pagarle el restante.
Pero como la esperanza es lo último que se pierde, esta jagüera y sus hijos ahora están esperanzados de salir beneficiados a través de la Feria de Servicios realizada por Comfacesar en su Municipio, una oportunidad que abre las puertas a muchos cesarenses.
Así como la historia de Ceneles son muchas en el departamento del Cesar, pero lo más importante son las entidades que conocedoras de estas situaciones, se agremian y logran beneficiar a muchos con la generación de empleos.
