Llegó el simio
Lo que temíamos se hizo realidad. Era inminente que se colgara en alguna rama, que terminara cayendo en estas tierras. La viruela simica, está en Valledupar, y por ende en el Cesar. Su extensión se espera en las próximas semanas. Los contagios de seguro serán mucho. Es una realidad a la que ya no podemos hacerle el quite. ¿ O sí?. Claro que sí, pero depende de cada uno, de nuestra disciplina, de nuestro auto cuidado.
Pero, ¿se podrá?. Sin haberse ido del covid, ya nos relajamos, las medidas de auto protección las abandonamos la mayoría de los cesarenses. Pocos tapa bocas, ni que decir del lavado de manos y de mantener la distancia. Volvimos a los abrazos, a los besos, a hablarnos de cerca, a compartir vasos etc. Y ni que decir de los restaurantes. Los meseros volvieron a dejar de lado el tapa bocas, y volvieron a hablarle a la comida mientras nos la lleva a la mesa.
Los centros comerciales, donde uno se siente seguro de la delincuencia, ya no se siente seguro de evitar un contagio. No hay control, ni en la entrada, ni en la salida, mucho menos en los pasillos y en los diferentes locales.
Así las cosas, que Dios nos agarre confesados, arrrepentidos, porque evitar un contagio será un milagro, que depende mucho no solo de Dios, sino de nosotros mismos.
Por Limedes MOlina Urrego
@LimedesMolinaUr