Su nombre es Doris De Armas, una residente en la Ciudadela 450 Años de Valledupar, quien como cualquier otra mujer, quiso someterse a un tratamiento odontológico, el cual sería algo sencillo y mejoraría su sonrisa.
Pero los planes no resultaron como esperaba, y en vez de alegrías le ha generado “dolores de cabeza”. La humilde mujer, confiando en su credibilidad y campañas publicitarias, le confío su sonrisa y plata a la entidad Dentix, a donde le pidieron millones 800 mil pesos para dejarla como ella quería, a lo cual accedió a través de un crédito.
Hasta ahí todo marchaba bien, el problema inició cuando Doris leyó la letra menuda del contrato, y se percató que con esa figura jurídica terminaría pagando más de 9 millones de pesos, en 48 cuotas de casi 200 mil pesos mensuales.
Fue entonces cuando decidió no continuar con el tratamiento, obteniendo como respuesta por parte de Dentix que no había problema, pero antes de retirarse debía cancelar la suma de 3 millones 500 mil pesos, porque ya había iniciado el tratamiento.
Desanimada pero con la intención de salir de ese problema, la denunciante solicitó un crédito en una entidad bancaria y posteriormente se acercó a Dentix donde lo entregó a Eleinis Iguarán, quien según la paciente era encarga de recibirlo.
Pese a que, al parecer, Doris de Armas había superado ese amargo episodio, ahora la situación se torna peor, porque aún sin tratamiento, y con la deuda en la entidad bancaria, ahora Dentix asegura que ella aún está en deuda con. La clínica de odontología.
De Armas, sin dinero para pagar un abogado que la saque de este capítulo que inició con mucha expectativa pero que terminó es un desastre, acudió a un consultorio jurídico a ver si logra “despertar de esta pesadilla”.
