Según el Doctor Carlos Jaramillo, para gozar de buena salud después de los 50 años, es esencial cambiar nuestro estilo de vida si queremos llegar a cumplir más de 100 años, rango de edad a la que muy pocas personas llegan hoy en día.
Una de las cosas que debemos comprender es que nuestro bienestar depende de nosotros mismos, pues a partir de los 50 las hormonas provocan cambios en el cuerpo y comienzan a aparecer enfermedades que podemos evitar si llevamos una vida saludable.
Esto implica cambiar la alimentación. La cantidad mínima de proteína diariamente debe ser 1.5g por kilo, sin embargo, esto varía de acuerdo con el desarrollo de la actividad física de la persona, donde aumentaría a 1.7g, beneficiando los músculos y todas las partes del cuerpo.
Otro factor fundamental para cuidar nuestra salud es la vitamina B12 que ayuda a proporcionar oxígeno a las células del cuerpo, eliminar el dióxido de carbono y aporta al proceso de cognición y la conciencia, ya que con el pasar del tiempo el organismo disminuye esta vitamina que además es esencial para el funcionamiento normal del cerebro.
Es recomendable Consumir Folato y Colina, en vista de que el organismo necesita folato para producir ADN y otros tipos de material genético, mientras que la colina ayuda a los ácidos grasos omega-3 y las vitaminas B a que funcionen como deberían; es aconsejable usar la colina alfa gpc y citicolina.
Otro factor para tener en cuenta es el calcio, que lo hallamos en gran porcentaje en el ajonjolí, brócoli y almendras, el cual debe ir balanceado con el nivel del magnesio porque mientras más bajo es el calcio, más deficiente es el magnesio. El cuerpo necesita el calcio para mantener los huesos fuertes y llevar a cabo muchas funciones importantes.
La vitamina D, también cumple un papel fundamental para gozar de buena salud, al igual que el calcio tiene que ver con el magnesio, puesto que es quien le permite a la vitamina D activarse.
Así mismo, las grasas son una parte importante de la alimentación, pero algunos tipos son más saludables que otros, es mejor consumir omega-3 de pescado y linazas, grasas saturadas provenientes del coco y cacao y grasas monoinsaturadas como el aceite de oliva y de aguacate, pues es de suma importancia para el desarrollo de la función neurológica del organismo.
