Valledupar, febrero 6 de 2025. La situación en el Banco Agrario de Colombia está alcanzando niveles críticos, según denuncian trabajadores y sindicalistas, quienes alertan sobre lo que consideran una «masacre laboral». Más de 600 despidos solo en el segundo semestre de 2024 han dejado a numerosos empleados, con años de servicio, sin una compensación justa y sin estabilidad laboral. Los despidos masivos, bajo lo que se ha denominado un «contrato laboral con cláusula presuntiva», permiten que la entidad despida a los empleados sin ningún derecho adicional.
Olaris Molina y Germán Arenas, miembros de la Unión Sindical de Empleados Financieros de Colombia (USEF) y representantes del sindicato del Banco Agrario, compartieron con este medio su preocupación por la crisis que atraviesa la entidad. Según Molina, «los trabajadores que han sido despedidos no solo se quedan sin trabajo, sino que también pierden su liquidación, ya que el banco se queda con el dinero que debiera ser entregado a los empleados». Esta situación afecta particularmente a aquellos con más de 10, 15 o incluso 20 años de antigüedad, quienes terminan con «menos de 40,000 pesos en su cuenta».
Por su parte, Germán Arenas destacó la contradicción entre las políticas del gobierno y las acciones del Banco Agrario. «El presidente Gustavo Petro está impulsando una reforma laboral que busca estabilidad laboral, pero el Banco Agrario actúa en sentido opuesto, despidiendo a miles de empleados», afirmó. Además, las cifras son alarmantes: más de 5,000 empleados han sido desvinculados en los últimos cinco años y solo en la región caribeña del país, el 11% de los despidos en 2024 correspondieron a esa área. Arenas también denunció que el banco se ve afectado por intereses políticos, ya que algunos despidos serían utilizados para «pagar favores políticos» en esa región.
Ante la creciente preocupación, los sindicalistas hacen un llamado urgente al Ministerio de Hacienda y a las autoridades correspondientes para que intervengan y busquen una solución antes de que se materialice lo que Molina y Arenas consideran una inevitable huelga nacional. «La expectativa para este 2025 es clara: si no se soluciona este problema, convocaremos una huelga que paralizará el banco y afectará a más de 7 millones de clientes», expresó Arenas.
El sindicato también está buscando el apoyo de las centrales obreras y otras entidades gubernamentales para presionar al Grupo Bicentenario y al gobierno para que «elimine la cláusula presuntiva de los contratos laborales» en el Banco Agrario y se respete la estabilidad de los trabajadores. Como Molina destacó, «el gobierno debe intervenir para evitar que esto se convierta en una crisis aún mayor».
El conflicto se mantiene en el ojo público, mientras los trabajadores insisten en que la situación debe ser atendida de inmediato para evitar una mayor afectación tanto a los empleados como a los clientes del Banco Agrario.