Este 2023 comenzó con una noticia muy triste. Una menor de 7 meses de nacida murió por inhalación de gas carbónico al interior de un vehículo que a su vez estaba dentro de un motel. Una pareja de 23 y 19 años padres de la menor, se habían quedado dormidos en una de las habitaciones del motel y por poco también pierden la vida.
Y como somos expertos en juzgar y obvio en opinar, inmediatamente comenzó el señalamiento por parte de la opinión pública contra este par de “jóvenes irresponsables”. Para todos, a todas luces, lo que ocurrió es que ambos jóvenes, padres de la menor, eran los responsables de esta tragedia.
Pero, ¡oh sorpresa!. De un momento a otro, el caso sufrió un giro de 180 grados, y de los dos jóvenes, resultó judicializado solo el muchacho de 23 años, hoy cobijado con medida de aseguramiento.
No me digan ustedes que me escuchan, que no les parece curioso, y hasta injusto que el único procesado por este caso, sea el padre de la menor. No me digan ustedes que no les parece que a este cuento le hace falta un pedazo. No me digan ustedes que no sienten también una inclinación de la justicia, en favor de la joven de 19 años, y en contra del muchacho, solo por ser un hombre.
No sé, corro el riesgo de equivocarme, pero creo, que aquí estamos ante un novelón de la justicia, o ante una justicia empeliculada.