No, no le voy a dar la firma a nadie. Ningún pre candidato tendrá mi firma para avalar su candidatura. A estas alturas, no creo en candidaturas independientes, mucho menos a candidatos que han militado anteriormente en un partido, a esos que son claramente verdes, rojos, azules, o naranja, o etc. Por lo menos yo creo que en su momento, usando esas camisetas, eran sinceros, se identificaban con sus colectividades.
La recolección de firmas se perrateo. Surgió como una forma de garantizar a los sin partido, a los candidatos de origen popular, pero como cosa rara, hecha la ley, hecha la trampa, ahora es la mejor estrategia de los aspirantes, para ponerse en la retina de la gente antes de que la ley se lo permita. Ahí comienza la corrupción.
Señores candidatos, por ahí andan los partidos reclutando gente, casi que rogándole a la gente que se refugien bajo sus cobijas. Y entiendo que no les crean, y es entendible que los partidos estén desprestigiados, pero ellos no pueden corromperse solos, los corrompen sus integrantes.
Busquen partido, disciplinense, identifíquense con alguna causa. Y por ahora, con mi firma no cuenten.
