En las instalaciones de Medicina Legal Valledupar vivieron los Carrillo su víspera de Navidad; en ese frio y desagradable lugar, esperaban la entrega del cuerpo sin vida de Saray Michell Carrillo Ortega, niña de 6 años que murió con un disparo de escopeta la mañana del 23 de diciembre en zona rural de Bosconia.
Mientras el menor de 12 años, hermano de la madrastra de la niña también menor de edad (17), era entregado a sus padres, Osneider Carrillo, padre de Saray Michell pedía perdón por su error.
“Era una escopeta 16 que me prestaron en una finca vecina, usted sabe que uno en el monte caza conejos, uno nunca sabe. Esto le queda a uno pa’ darle a un padre un consejo. A los campesinos que me escuchan, que aseguren las armas, esto es grande, yo cometí un error con tener esa arma en mi casa, pido disculpas”, dijo Osneider.

Los detalles de este lamentable accidente ocurrido en la finca El Caribe, zona rural de Bosconia, pudieron conocerse en las últimas horas mientras los padres de la menor esperaban el dispendioso trámite de la entrega del cuerpo a funeraria y luego el traslado hacia la Loma del Bálsamo, jurisdicción de Algarrobo, Magdalena, en donde pretendían darle sepultura.
“La niña fue asesinada a las 11:00 de la mañana y la dejaron sola ahí tirada. Yo estaba buscando un agua en otra finca y allá fue un tipo a decirme ‘ey allá te mataron a tu hija’. Yo llegue en caballo y pasé de largo para el cuarto pensando que la habían matado adentro porque allá estaba la escopeta. No pensé que ese pelao´ fuera a sacar eso para el patio”, narró Osneider, jornalero de la finca El Caribe, vereda Salsipuedes.
La escopeta, que está siendo investigada tanto procedencia como legalidad, fue accionada por el menor de 12 años en contra de los que allí se encontraban. “Estaba la mujer mía de 17 años, sus dos hermanos y mi niña. Imagínate que el pelao le gatilló a la hermana y el tiro no salió, pero a mi niña si le salió y le dio en la cara”, dijo entre lágrimas Osneider.
“Tenían un arma de fuego que fue incautada y en el momento se está estableciendo la legalidad de la misma, está en poder de las autoridades”, dijo el coronel Mauricio Bonilla Méndez, subcomandante del Departamento de Policía Cesar.
Las autoridades han insistido en el cuidado de los niños, principalmente en no permitir ninguna clase de contacto de los menores con las armas que puedan tener en sus casas los ciudadanos.