Se ubican alrededor del edificio de la Registradurìa, y discretamente pescan a sus presas. Son personas que encontraron su modus vivendi en el poco tiempo de la gente, en la prisa, en la pereza o simplemente en el desconocimiento de un trámite tan sencillo como sacar un documento de identidad.
Se les conoce como tramitadores, y el servicio que prestan a los ciudadanos, no se puede catalogar como ilegal, pero si oportunista.
Tuperfil.Net conoció el caso de dos ciudadanas, quienes hace varias semanas llegaron hasta la Registradurìa con el fin de tramitar un duplicado de sus documentos de identidad, que perdieron a manos de delincuentes. Cuando llegaron a la ventanilla ubicada en un extremo de la Registradurìa, se les acercó una mujer que primero les ofreció un turno, y luego les dijo que podrían adelantar el trámite en un local comercial que queda enfrente del edificio de la Registradurìa
Fue asì como estas dos mujeres llegaron al lugar que es una simple fotocopiadora, entregaron sus datos personales, pagaron 58 mil pesos, y recibieron a cambio una hoja tamaño carta supuestamente de la Registraduria, en la cual Edinson Quiñorez Silva, Coordinador del Centro de Información y atención Ciudadana, certifica que la cédula se encuentra en trámite.
Hasta este martes sin embargo, las cédulas de las dos mujeres no aparecían en la pagina web de la Registradurìa, como en trámite.
Una de las mujeres cansada de reclamar el dinero o la cédula de ciudadanía que supuestamente tramitò, llegó este martes a buscar sus 58 mil pesos, y después de las pataletas del dueño del local, pudo recuperar el dinero que creìa perdido.
No es ilegal, pero…..
Fuentes de la Registradurìa en Valledupar, dijeron que si bien es cierto la gestión que adelantan los tramitadores no es ilegal, es una actividad que persiste por la costumbre de la gente de dejar en manos de terceros las vueltas que a ellos les corresponde. De hecho, el sacar un duplicado de la cédula, que es el caso que nos ocupa, se puede hacer solo a través de la página web de la Registradurìa.
Incluso la entidad en Valledupar para evitar que la gente usara a los tramitadores, dispuso de una ventanilla exclusiva para sacar la cita que se requiere con el fin de adelantar el trámite, pero allí, a pocos metros de dicha ventanilla, se ubica a diario, una mujer que se identifica como Olga, y quien en una libreta sucia y llena de cientos de datos, escribe el nuevo dato de la supuesta cita.
Ella se encarga de guiar posteriormente a los potenciales clientes a la fotocopiadora donde un joven y su padre, comienzan a adelantar el trámite de la cédula vía Internet.
Por ese trámite que si el ciudadano lo hace solo, cuesta cero pesos, ellos cobran 58 mil pesos. Eso si, la demora es infinita para quienes acuden a su negocio.


