Hasta la calle 18 con 31 del barrio Manantial llegaron dos sujetos a atracar una farmacia llamada con el mismo nombre del sector. El hecho ocurrió a eso de las 12:30 del medio día.
Los hombres llegaron en motocicletas distintas, uno de ellos se quedó en el vehículo, mientras tanto, el otro sujeto dejó su motocicleta parqueada en frente de la droguería, y con arma en mano amenazó a los trabajadores del negocio para que le entregaran el dinero producido.
Lo que nunca pensaron los delincuentes, es que el propietario de este establecimiento comercial portara un arma y enseguida comenzara a esparcir tiros a los atracadores, quienes huyeron del lugar en una sola motocicleta, porque una bala alcanzó a uno de los vehículos en el que ellos se transportaban.
A uno de los delincuentes un tiro le afectó su pierna y así decidió emprender su huida, mientras tanto su moto se prendió ya que el tanque explotó debido a que uno de los disparos alcanzó al vehículo. La motocicleta era de color blanco y portaba la placa QJK-69B de Colombia.
La comunidad al ver que este vehículo se incendiaba decidió llamar al Cuerpo de Bomberos de Valledupar quienes llegaron de inmediato al lugar de lo ocurrido y pudieron apagar las llamas.
Fuentes policiales afirmaron que los delincuentes se refugiaron cerca al barrio 450 Años y se adelantan las investigaciones para dar con el paradero de estos sujetos.
Una droguería prohibida para los delincuentes
Lo más curioso de todo esto es que no es la primera vez que intentan atracar a esta droguería. En meses pasados los delincuentes quisieron hacer de las suyas pero el dueño de esta farmacia pudo evitar que se llevara a cabo el despojo de sus pertenencias.
Vecinos del sector aseguran que el propietario de este establecimiento comercial es valiente ante este tipo de situaciones y que enfrentarlas no le es difícil.
De hecho años atrás, el comerciante se enfrentó a otros delincuentes y aunque resultó herido, pudo evitar el atraco. Vecinos de la zona dicen que en cuatro ocasiones se han presentado hechos similares en la droguería, por lo que incluso algunos se atreven a asegurar que en el negocio debiera haber un letrero que diga: aquí los delincuentes vienen por lana y salen trasquilados.
Por: Cristian Bohórquez
Periodista Tuperfil.net
