Lo repetía hasta la saciedad un abogado de esta capital, cuando fue candidato a la Alcaldía De Valledupar, y poniendo como ejemplo al entonces alcalde de Bogotá. En ese tiempo el aspirante era progresista, y resaltaba esta virtud del hoy mandatario colombiano.
La verdad lo primero lo creí. No roba. De hecho, siempre he creído que los alcaldes de Bogotá y los presidentes de Colombia no tienen necesidad de robar, pero ¿no dejan robar?
Imposible frenar a un ambicioso funcionario. Imposible leerle su pensamiento y anticipar su codicia. Por esa razón al presidente Petro le queda muy mal meter la mano al fuego por uno de sus Ministros en el escándalo de la UNGRD, como lo viene haciendo, cuando debería entender que estos son fusibles, y que es mejor que se quemen ellos antes que él por querer defender causas perdidas.
¿ O será que en el afán de llevar a la aprobación de sus proyectos en el Congreso, el mismo Presidente ordenó hacer lo que fuere necesario para convencer a los parlamentarios?.
Me abstengo de creerlo. Pero si pienso que aquí hay corruptos de lado y lado, en el gobierno y en el congreso. Promover reformas para cambiar el país, usando las mismas prácticas de siempre. Cambiar todo para que todo siga igual. Colombia no se me merece esto.