La Loma, febrero 18 de 2025 – En la zona carbonífera del Cesar, un grupo de jóvenes del corregimiento de La Loma se vio obligado a bloquear la vía férrea el pasado 7 de febrero para exigir a la multinacional Drummond una mayor inclusión laboral en sus operaciones. La protesta se originó debido a las pocas vacantes otorgadas en comparación con el elevado número de desempleados en la región.
Carlos García, uno de los líderes de la manifestación, explicó que hace varios meses se había acordado una reunión con los contratistas de Drummond, en la que se ofrecieron 16 vacantes para los jóvenes del lugar. Sin embargo, de esas vacantes, solo dos personas fueron contratadas, lo que generó malestar entre la comunidad, que siente que sus derechos laborales están siendo ignorados.
«De esas 16 vacantes, solo dos jóvenes fueron contratados, lo que nos deja con 14 vacantes vacías. El presidente del barrio de Sabandalinda fue quien tomó la iniciativa de alzar la voz. La protesta fue contra las contratistas de Drummond, quienes no nos han dado respuestas claras», explicó García.
El líder comunitario también señaló que el proceso de selección de personal en la empresa minera está lleno de trabas. Aseguró que el acceso a empleos dentro de Drummond depende de contactos cercanos con supervisores o personas influyentes, lo que dificulta aún más la inclusión de los residentes locales.
Uno de los principales reclamos de los jóvenes protestantes es la falta de transparencia en el proceso de contratación. «Aquí, a veces, parece que las vacantes ya están ocupadas antes de que siquiera podamos postularnos. Los jóvenes del barrio no tenemos oportunidades. Nos dicen que hay vacantes, pero la verdad es que ni siquiera tenemos acceso», añadió García.
El bloqueo de la vía férrea, una medida drástica tomada por los manifestantes, buscaba llamar la atención de la empresa y las autoridades locales ante lo que consideran una grave falta de oportunidades laborales. Durante la protesta, también se mencionó que varios de los jóvenes que se han manifestado en el pasado han sido «bloqueados» de acceder a puestos de trabajo en la empresa Drummond, lo que genera aún más frustración en la comunidad.
«El joven Heider Arévalo, uno de los voceros de la protesta, fue bloqueado después de dar declaraciones sobre la falta de oportunidades. Esto no es solo una falta de trabajo, es también una falta de respeto a los derechos de los habitantes de La Loma», señaló Carlos García, quien también fue afectado por las restricciones de entrada a la mina.
A pesar de la indignación, García hizo un llamado al vicepresidente de Relaciones con las Comunidades de Drummond, Alfredo Araújo, para que se tomen en cuenta las necesidades de los jóvenes locales. «Este muchacho, Heider Arévalo, tiene derecho a trabajar. Le pido al señor Araújo que lo deje volver a la mina. Hay personas que dependen de él, y al no poder trabajar, se están viendo en una situación muy difícil», concluyó García.
La protesta en La Loma resalta un problema persistente de desempleo en una región rica en recursos naturales pero donde los habitantes sienten que se les está negando el acceso a las oportunidades generadas por las grandes empresas. La situación sigue sin solución, mientras los líderes comunitarios piden un diálogo urgente con las autoridades y Drummond.