El fútbol pasó a un segundo plano en medio de las manifestaciones sociales que hay en Chile donde salieron más de 100.000 personas a marchar en contra de la reforma educativa y pidiendo al Gobierno gratuidad en los servicios de educación superior.
Como de costumbre hubo desmanes y enfrentamientos con la Policía al tiempo que crece el rechazo a la Copa América con el argumento de que el dinero invertido pudo haber sido utilizado en solucionar los problemas que atraviesa el país en salud y educación.
«La Copa es pan y circo» gritaron por las calles de Santiago miles de estudiantes que advirtieron que continuarán movilizándose durante toda la Copa América y de esa forma llamar la atención de los medios y así obligar al Gobierno a tomar medidas.
Hay un refuerzo notable en la seguridad para evitar que las movilizaciones vayan a afectar el desarrollo de la competencia y se esperan fuertes medidas preventivas para mañana cuando se inaugure el torneo.
Entre tanto hay problemas de transporte por el paro de conductores del servicio masivo y se buscan contingencias para resolver temas como el de la falta de efectivo en los cajeros automáticos por cuenta de un paro de trabajadores de las empresas encargadas de esta labor.
