En medio de un paisaje de montañas y formaciones rocosas milenarias, los sonidos del acordeón, la caja y la guacharaca se mezclaron con los del bağlama, el kaval y el tambor bendir, sellando un encuentro inolvidable entre culturas durante el intercambio musical entre las Escuelas Culturales de Valledupar y músicos de Kırşehir, Turquía.
El cierre del Taller de Música de Ciudades Creativas de la UNESCO fue una muestra de cómo el arte trasciende fronteras. A bordo del bus ‘Ali Turnam 302’, los ocho jóvenes vallenatos recorrieron la región de Capadocia, una de las cunas del arte del aşık (trovador popular), llevando consigo el ritmo del Caribe colombiano a los escenarios turcos.

Canciones como ‘Matilde Lina’, ‘Alicia Adorada’ y ‘Los caminos de la vida’ resonaron entre los ecos del folclor turco, creando una fusión que conmovió a músicos y espectadores de países como Malasia, España, Estados Unidos y Turquía.
El líder de la agrupación anfitriona, Serhat Ulaşkan, ingeniero químico y músico apasionado, celebró el resultado del intercambio:
“El híbrido entre los ritmos de la caja vallenata y nuestro tambor, o entre la guitarra tradicional y el bağlama, creó una conexión emocional inmediata.”
Para Ulaşkan, esta colaboración fue un “experimento musical” que reflejó la universalidad del lenguaje artístico y el poder de la música para unir culturas distantes.
La jefa de la Oficina de Cultura de Valledupar, Yanelis González Maestre, destacó el valor de la experiencia para los jóvenes talentos que participaron:
“Intercambiamos saberes y conocimientos. Nos vamos profundamente emocionados con todo lo vivido. El alcalde Ernesto Orozco Durán no se equivoca al ofrecer Escuelas Culturales gratuitas para niños y jóvenes; esta experiencia representa un paso hacia la profesionalización artística y el crecimiento humano de nuestros talentos.”
Los participantes —Diego Alejandro Maestre Orozco, Samuel David Rubio Plata, Jorge Luis Avendaño Mejía, Estefany Carolina García Lambraño, Scarlett De La Hoz Mendoza, Iván Manuel Orozco Mindiola, Luis Orellano Hernández y Saray Johanna Caro López—, regresaron a Valledupar tras cuatro días de intercambio internacional y más de 24 horas de viaje desde Kırşehir, con escalas en Estambul, Madrid y Bogotá.

Llenos de orgullo y aprendizajes, los jóvenes afirmaron que este viaje no solo los enriqueció como artistas, sino también como embajadores culturales de su tierra. El vallenato, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, volvió a demostrar su capacidad para emocionar y unir corazones sin importar el idioma ni la distancia.
Con esta experiencia, el Gobierno de Ernesto Orozco Durán reafirma su compromiso con la formación artística gratuita y la proyección internacional del talento vallenato, consolidando a Valledupar como Ciudad Creativa de la Música y epicentro de intercambio cultural en el Caribe colombiano.

