El presidente Santos lo ha dicho en infinidad de ocasiones: La paz es mejor negocio que la guerra. La verdad, es fácil imaginar que lo decía por aquello de la confianza inversionista que produciría la dejación de las armas por parte de las Farc. ¿O más bien por la infinidad de negocios intangibles que produciría?. O más bien, los negocios intangibles que desde ya está produciendo.
Uno de ellos se está ejecutando en Valledupar, y corre por cuenta de la reconocida analista política Natalia Springuer. La bella politóloga que todas las mañanas tiene algo que cuestionar de los políticos de Colombia a través de una cadena radial, le cayó en gracia al alcalde Fredys Socarrás. ¿Y a quién no?. Tiene ojos azules, cabello rubio, una edad interesante, fama y encima de eso un habladito paisa que seduce.
De hecho Fredys está acostumbrado a dejarse seducir. Incluso por hombres. ( No, no es lo que usted se está imaginando ). Solo para mencionar algunos: Un actorsito que le metió el cuento de que era un excelente asesor de imagen y lo primero que le dijo fue que el lema de su gobierno estaba mal concebido. “ A Valledupar no la estamos transformando, usted la está transformando” le dijo al alcalde, quien respondió como siempre, ¡ que verraquera!. Al fin de cuentas le estaban diciendo algo que a él le parecía que alimentaba su ego.
Y así ese actorsito comenzó la producción de cuñas más corronchas de lo normal para mejorar la cultura ciudadana en las calles, el recaudo de impuestos etc, etc, etc. Dicen desde la Alcaldía que la corronchería que hubiese producido mejor Fabio Zuleta , dio resultado por lo menos en recaudo.
Pero se acabaron esos amores. Fredys zafó a su payazo quien no se cansa de cobrar por las redes sociales sus “honorarios”. No obstante este personaje no era el único. Anteriormente un tal Jaime, muchacho proveniente de la ciudad de Cali, le había calentado el oído al entonces candidato cañaguatero, diciéndole esto y aquello. Llegó con ínfulas de gran asesor de una ciudad, donde dicen los expertos en marketing, no lo conoce nadie. Pero al alcalde le parecía que era ¡que verraquera!. Y ya en el poder, el alcalde le dio un contrato para hacer reuniones con las comunidades y ponerse de acuerdo en torno de las obras a adelantar. ¿Usted vio alguna de esas reuniones?. Por ahí dicen en la Alcaldía que hoy el caleño y el alcalde están reventados porque esos encuentros con la comunidad se quedaron en el papel, en lo intangible.
Y así pasaron varios “asesores” que incluso se atrevían a revisarle y a corregirle los boletines a la jefe de prensa. ¡ Que irrespeto!. Definitivamente hay gente que se aguanta de todo.
Por fortuna al alcalde no solo lo seducen los asesores de otras ciudades. Por ahí se habla de un locutor que le calienta el oído con ideas actualmente. A él también le dijo ¡ que verraquera!. Por lo menos que la platica se quede en casa.
Y para cerrar el nuevo amor es Nati. La bella analista novia del vice ministro de vivienda, se metió al bolsillo la medio pendejadita de $ 1.400.000.000. ( MIL CUATROCIENTOS MILLONES DE PESOS). ¿ Y eso como para qué?
Le propongo las opciones y usted adivine:
- Para mejorar el servicio de agua en la comuna 4, cambiando las tuberías que un alcalde pasado colocó de un diámetro muy pequeño.
- Para tapar los huecos de la avenida Fundación.
- Para prestarle a micro empresarios
- Para proteger a la gran cantidad de niños y niñas que deambulan por las calles con la barriga pegada al espinazo y trabados con bóxer y marihuana.
- Ninguna de las anteriores.
Si usted contestó ninguna de las anteriores y es su última palabra tiene TODA LA RAZÓN. Con esos 1.400 millones de pesos que salen de sus impuestos, de un municipio quebrado y en ley 550, se están pagando:
Conferencistas. Expertos nacionales e internacionales que vienen a decirlos a los vallenatos como debemos hacer la paz. Son 255 millones de pesos que se destinan para las conferencias “magistrales” que durante varios días los señores extranjeros estarán brindando.
Honorarios del equipo de la señora Natalia. Eso nos cuesta la medio bobadita de 300 millones de pesos. ¿Cuánto le quedan a ella?.
Pero de esto por lo menos hay que destacar que parte de esos 1.400 millones se quedan en Valledupar. Por ejemplo la empresa de Isael Quintero, empresa que maneja la logística, se mete al bolsillo 400 millones de pesos, aunque ellos deben cancelar el auditorio al colegio Gimnasio del Norte.
Así mismo en alimentación en Valledupar se gastan 65 millones de pesos para atender a los invitados conferencistas.
Uno quisiera aclarar que las críticas a este contrato no son producto de la envidia. Pero, no nos digamos mentiras, ¿Quién no quiere meterse al bolsillo un contrato de 1.400 millones? Y más si es solo para hablar, hablar y hablar M.
Bendito sea Dios, como es de costosa la paz. Así mejor, es preferible que sigamos en guerra.
Limedes Molina Urrego
@LimedesMolinaU