Colombiano fue enviado a prisión en Georgia por el asesinato de una mujer cesarense

EE.UU, miércoles diciembre 17 de 2025. Un ciudadano colombiano fue enviado a prisión en el estado de Georgia, Estados Unidos, tras ser señalado como el presunto responsable del homicidio de su pareja sentimental, una mujer oriunda del municipio de La Paz, en el departamento del Cesar.

El detenido fue identificado como Fabricio Cerchiaro Pinto, de 34 años, quien permanece recluido en la cárcel del condado de Gwinnett. Las autoridades estadounidenses le imputaron los cargos de asesinato con malicia, asesinato grave y asalto agravado, por hechos ocurridos el 14 de noviembre en un complejo de apartamentos localizado sobre Graves Road, en la ciudad de Norcross.

De acuerdo con información divulgada por medios locales, Cerchiaro Pinto fue ingresado al centro carcelario luego de recibir el alta médica, ya que permanecía hospitalizado bajo vigilancia policial tras sufrir un accidente de tránsito ocurrido horas después del crimen.

La víctima, Marisol Ballestas Brochero, de 32 años, fue hallada sin vida dentro de su residencia luego de que familiares alertaran a las autoridades al no lograr comunicarse con ella. Tras ingresar al inmueble, los uniformados confirmaron el fallecimiento e iniciaron la investigación correspondiente.

Desde las primeras indagaciones, la Policía indicó que no se buscaban otros sospechosos y que el proceso judicial se concentró únicamente en Cerchiaro Pinto. Posteriormente, el señalado agresor resultó herido en un choque registrado en la intersección de Graves Road con Dawson Boulevard, lo que motivó su traslado a un centro asistencial.

Según se conoció, el detenido sería natural del municipio de San Diego, Cesar, y residió durante varios años en Valledupar, donde trabajó como comerciante de teléfonos celulares. En Estados Unidos se dedicaba a la venta de equipos móviles y al transporte mediante plataformas digitales.

Marisol Ballestas convivía con tres menores de edad, dos de ellos hijas del hoy procesado. El caso continúa en manos de las autoridades judiciales estadounidenses.

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