Al analizar lo que le acontece a la reconocida congresista Claudia López  pensaba en lo que significa la indignación, la impotencia y el temor.  Este último quizás el más aterrador de sentir, el temor a ser rechazados, señalados o perder privilegios por pensar, opinar y actuar con el sentido común que traza nuestras almas. ¿Pero qué es el sentido común? ¿Es sentido común actuar conforme a los preceptos constitucionales? ¿Si hay conciencia colectiva de los contenidos de la constitución y la aplicación de la misma en acciones y no retórica?… ¿Quién es esa congresista cuyo nombre es compuesto? ¿Qué se puede esperar de una mujer nacida del vientre de otra mujer de vocación maestra que le instruyo en un camino de principios y valores férreos que saltan a la vista en cada una de sus actuaciones públicas? ¿Quién es Claudia Nayibe López Hernández?

Suelo levantarme muy de madrugada a meditar, a pensar, a sentir y expresar de acuerdo a lo que sale de mi corazón, salen letras, otras veces salen colores que en una madrugada como la de hoy me llevan a pensar en la congresista Claudia Nayibe y todo lo que le está aconteciendo.

¿Qué es esta mujer? Tuve la oportunidad de verla personalmente en un Foro en la Universidad Popular del Cesar y luego en un almuerzo brindado por los organizadores del evento, para explicarlo en términos pintorescos y con una mirada jocosamente artística: mis antenitas de Chapulina NO detectaron la presencia del enemigo, a diferencia y contrario a la fiereza con que se podría llegar a percibir dado los temas que abandera, vi nobleza, vi entereza y en un corto instante que cruzamos la mirada sentí a través de sus ojos verdes Esperanza y Coraje… Quise ver sus miedos, su chapulína, pero es tal la determinación de esta mujer que su chapulín colorado lo ha convertido en una MUJER DETERMINADA, puedo decir que me hiso regresar a mi infancia y la llegue por momentos a ver como aquella súper héroe de estrellas doradas: LA MUJER MARAVILLA.

Quise llevarme mi propia impresión y observarla más allá de los prejuicios, de la homofobia y creencias preconcebidas, verla por encima de la mirada de aquellos medios y personas que la atacan, de aquel «Pastor» que la demanda y de aquellos seguidores que en las redes la proclama, sencillamente quise verla sin juicios predeterminados.  Trataba de ponerme en el lugar de aquellos que la atacan y pude apreciar sus armas de ataque: se introducen de manera vil en su vida privada, descalificando de tajo su manera de Amar, rastreras armas pero no me sorprenden pues son viejas armas empleadas cuando a una mujer se le ocurre transitar los áridos y ponzoñosos terrenos de la política,  me pregunto: Quién en este mundo ha sido facultado para decir a qué o quién amar como mandato absoluto? observo la manera como esta congresista ama a su mascota de compañía, me trajo a la mente a Mohatma Gandhi y su frase: «Una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales». Si uno observa de manera desprevenida su manera de tratar a su más fiel amigo concluye: Quien trata así entiende desde adentro que el amor está más allá de las razas, las racionalidades y los sexos, que el amor es un acto de entrega y servicio a los demás, que el amor es un acto universal…

No he visto hasta el momento otro argumento para atacar a Claudia López, la atacan desde lo íntimo y privado, baja y jurásica manera de enfrentarla, que entre otras cosas saca a la luz la dualidad que existe entre la Constitución y su real aplicación. ¿Para qué esta senadora Claudia Nayibe está en el Congreso? Creo que todos vemos el «para qué»  pero esculcaré en los significados de su nombre compuesto:  Su primer nombre es propio femenino que deriva del término latín claudus ‘Luz del día»…y su segundo nombre Nayibe de origen Arabe significa «Nobleza».

En mi esencia Artista no puedo dejar pasar por alto esto y menos ahora que es vilmente atacada. La recuerdo en aquel Foro de la UPC, tan relajada y segura, hablando con escudo y espada, pues siente expresar una verdad y esa convicción la lleva a defender con vehemencia, alma y corazón unos derechos colectivos que sustenta con sus acciones: Pareciera que tuviera con ella una Espada que penetra hasta los tuétanos y un escudo que la protege de todo temor.

Por qué escribo todo esto? Porque soy MUJER! Y así yo esté aquí y ella allá, en lugares distintos pero semejantes, sus luchas difieren de las mías, sin embargo me identifico en eso de dar las batallas sin perder la dignidad, los principios y valores que son finalmente escudo y fortaleza.

¿Quién rodea a esta mujer? Seres semejantes, hombres y mujeres, su MADRE que la soporta con el mayor de los escudos: LA ORACIÓN, otra mujer como Angélica, que se da otras batallas por convicción,  todo un equipo maravilloso de personas que soporta su tesis de pensamiento en el día a día con entrega y tesón.
No quería dejar pasar un día más sin esto compartir, esto que inspiró mirar por unos instantes los ojos de esta congresista y a través de ellos tratar de escudriñar su alma, vi colores, vi el tono de la ESPERANZA también vi el AMOR, todo ese inmenso amor que hay en esa MUJER DETERMINADA a ser esa LUZ DEL DÍA desde el Congreso para todos aquellos que han perdido la ESPERANZA en la defensa de lo público como sagrado.

Espantar el temor es no apagar la voz, hacerla audible y en esta fase de mi vida mi VOZ se vuelve LETRAS, puede llegar a ser percibida por otros con falencias, superficialidades, como amenaza, contradicciones o misterios, cada quien ve lo que quiere ver, pues finalmente cada cual se proyecta así mismo como espejo en en el otro… aquí  finalmente transcribo mi voz, esa voz en letras que se transforma en MUJER!

Toda mi admiración y respeto a nuestra Valerosa Congresista, una MUJER de nombre Claudia Nayibe.

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