Es la tercera vez que Arturo Calderón Rivadeneira, el arrocero del municipio de La Paz inscribe su candidatura a la Gobernación del Cesar. En la primera, pese a ser favorito, fue vencido en las urnas por Cristian Moreno Paneso. El pésimo gobierno del político de Curumaní, le dio confianza para aspirar de nuevo al ex secretario de salud del departamento.
Y así lo hizo. Hace cuatro años presentó su nombre como aspirante a la gobernación. El panorama se veía más fácil. Venía con la intención de recuperar la senda de los buenos gobiernos, su discurso se basaba en las críticas a la mala administración de Moreno Paneso, y tenía la experiencia. Al frente, su más inmediato contrincante, no tenía el discurso claro y fuerte que él, había labrado a través de los años.
Pero volvió a perder. Lo hizo ante un político joven, muy poco dado a los debates y poco locuaz. Pero lo que le faltaba en discurso, lo tenía como gerente. Luis Alberto Monsalvo se convirtió en el gobernador más efectivo que ha tenido el Cesar en cuanto a obras, y eso lo catapultó como el mejor mandatario seccional en el país.
No obstante Calderón decidió presentarse de nuevo. Esta vez, aunque tiene muy pocas razones aparentemente para criticar a la actual administración, lo hace desde las tribunas donde se dirige, y aunque así intente tapar el sol con las manos, ( las obras son evidentes), los argumentos de que él será mejor gobernador, los expone en todas partes.