Bogotá, julio 11 de 2025 – La senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal encendió el debate nacional al revelar cifras sobre el programa ‘Jóvenes en Paz’, conocido popularmente como la estrategia de “pagar por no matar”. Según datos oficiales obtenidos por derecho de petición, este programa ha recibido asignaciones presupuestales que superan incluso los recursos destinados al Icetex, la entidad que financia la educación superior de miles de estudiantes colombianos.
De acuerdo con información entregada por el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social (DPS), hasta el 31 de mayo de 2025 el programa había transferido más de 60.581 millones de pesos a 14.870 beneficiarios, entre los cuales se cuentan 4.365 menores de entre 14 y 17 años, así como 232 jóvenes extranjeros. Pese a estos recursos, la senadora advierte que no se evidencian resultados claros en materia de reducción de violencia o reinserción social.
Cabal señaló que entre agosto de 2024 y abril de 2025 se han destinado cerca de 137.000 millones de pesos para el funcionamiento del programa, incluyendo 91.000 millones solo en gastos de personal. De esa cifra, más de 33.000 millones ya han sido ejecutados, un gasto de operación que supera ampliamente los montos entregados directamente a los jóvenes inscritos.
En contraste, el Icetex, que debería recibir 432.000 millones de pesos en 2024 para facilitar créditos educativos, quedó rezagado frente a los 566.000 millones que se asignaron a ‘Jóvenes en Paz’. Para la senadora, esto demuestra un giro de prioridades que, en su opinión, privilegia el sostenimiento de estructuras que podrían estar ligadas a la criminalidad juvenil, antes que garantizar el acceso a la universidad para miles de jóvenes.
Como ejemplo de la falta de impacto, Cabal recordó el caso del atentado contra el senador Miguel Uribe, en el que uno de los presuntos autores figuraba como beneficiario del programa, evidenciando —según la congresista— que el incentivo económico no frenó su actividad delictiva.
Finalmente, la senadora cuestionó que con los recursos invertidos en este plan sería posible financiar créditos para más de 200.000 jóvenes de escasos recursos, ofreciendo una alternativa sostenible para enfrentar la falta de oportunidades y atacar de raíz las causas de la violencia.