Valledupar, diciembre 12 de 2025.En pleno corazón de Valledupar, debajo del reconocido palo e’ mango de la plaza Alfonso López, trabaja cada tarde José Antonio Torres, un hombre de 64 años que se ha convertido en un personaje habitual para turistas y habitantes de la ciudad. Su oficio: vender accesorios e instrumentos típicos, entre ellos la guacharaca, que él mismo domina con facilidad.
Torres llega todos los días a la plaza en horas de la tarde y organiza, sobre una manta, los productos que ofrece. Sin embargo, no es solo la venta lo que llama la atención de quienes pasan; es su habilidad para tocar la caja y, especialmente, la guacharaca, instrumento que demuestra con destreza a los curiosos que se acercan.
“Muchos vienen a mirar y terminan aprendiendo algo”, cuenta mientras repite un ritmo tradicional que suele atraer la mirada de turistas. Su presencia se ha vuelto parte del paisaje cultural de la plaza, donde combina la venta con demostraciones improvisadas que resaltan la identidad musical de la capital del Cesar.
Quienes deseen conocerlo, conversar con él o adquirir alguno de sus instrumentos pueden encontrarlo todos los días en las tardes, en el mismo punto bajo la sombra del palo e’ mango, donde José Antonio mantiene viva una tradición que aporta color y sonido al centro histórico de Valledupar.

