Las denuncias presentadas de parte de una Edil de Valledupar, sobre el supuesto “pico y placa” que se estaría llevando a cabo con el programa de alimentación escolar PAE en una institución educativa, generaron la visita de inspección al plantel, por parte de la Secretaría de Educación Municipal.
El secretario de Educación Luis Carlos Matute, acompañado de funcionarios de la Personería y algunos ediles, decidieron darle prioridad al caso y se tomaron las instituciones educativas Jaime Molina y Francisco Molina.
Luego de la visita, el secretario Matute, dio a conocer que hubo una mala interpretación por parte del hijo de la edil de la Comuna Dos, Aljadis López Méndez, que cursa quinto grado de primaria.
Según Alberto Albor Manotas, coordinador de la escuela Jaime Molina, el menor no comprendió la organización que han ordenado en la escuela para la alimentación, que consiste en darle a cada curso un orden de llegada para consumir sus respectivos alimentos, dándoles prioridad a los más pequeños. “El lunes empieza el curso Transición, el martes empieza Segundo, el miércoles empieza Tercero y el jueves Cuarto, después Quinto, simplemente variamos el orden de inicio, es orden para que tomen los alimentos y está mucho mejor organizada”, puntualizó el directivo docente.
“En la escuela Jaime Molina Sánchez, constatamos de que efectivamente se está dando la alimentación escolar, fuimos curso a curso, estuvimos conversando con los docentes y nos informaron. En la jornada de la tarde también se demostró que se está dando de acuerdo a los parámetros del nivel nacional”, dijo Matute.
En el colegio Francisco Molina Sánchez, en donde se denunció que las sobras de la comida se estaban vendiendo, el líder de Educación Municipal aseguro que todo está dentro de las normas. “La labor de las manipuladoras es de acuerdo a lo trazado, lógicamente quedan unos desperdicios que no pueden ser dejados aquí y deben ser sacados de acá”, concluyó.
En esta escuela también se verifico que el PAE se esté llevando a cabo con total normalidad, tampoco allí se presentaron inconsistencias según Educación Municipal, y sobre la presunta venta de los desperdicios de los alimentos, se logró establecer que era una persona de la comunidad la que se llevaba los desechos, “pero sin ningún valor reciproco”, afirmo la rectora de la institución, Doris Sánchez Ustariz.
Por esto, se estableció un compromiso con el proveedor, de que sea el mismo, el que recoja los desperdicios para no ser entregados a nadie de la comunidad.