Valledupar, julio 23 de 2025 – Valledupar enfrenta una profunda desaceleración en el sector de la construcción, con caídas alarmantes en ventas, lanzamientos y subsidios de vivienda. La situación preocupa al gremio constructor, debido al impacto directo en el empleo y la economía local.
Según reportes recientes del gremio, las ventas de vivienda nueva han disminuido un 30%, los lanzamientos de proyectos cayeron un 50% y las iniciaciones de obra bajaron en un 45%, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Hernán Felipe Araújo Ariza, gerente de Camacol en el departamento del Cesar, explicó en entrevista con este medio de comunicación que la causa principal de esta crisis es la drástica reducción en la asignación de subsidios del programa «Mi Casa Ya». “Mientras el primer semestre del año pasado se asignaron 716 subsidios en Valledupar, este año solo se han entregado 98”, afirmó.
El mercado local depende en gran medida de estos apoyos, ya que nueve de cada diez viviendas vendidas en la región son de interés social. “Muchas familias que iniciaron su proceso para adquirir casa propia hoy deben desistir, al no contar con el subsidio esperado”, advirtió Araújo Ariza.
Camacol ha solicitado apoyo a la administración municipal y departamental para evitar una parálisis total del sector. Sin embargo, hasta el momento no hay compromisos concretos de la alcaldía ni de la gobernación. “Con el alcalde nos ha dicho que no hay recursos en el municipio. La gobernación ha mostrado disposición, pero aún no hay acciones concretas”, indicó.
El gremio propone que se adopten subsidios complementarios con recursos propios, como ya lo hacen gobiernos locales en ciudades como Barranquilla, Montería, Córdoba y Cartagena. “No se trata solo de apoyar al constructor; el problema real lo tienen las familias que están a punto de perder su vivienda por falta del subsidio”, recalcó Araújo.
Para este año, se tenía previsto entregar 1.107 viviendas en Valledupar, pero con la suspensión de subsidios, hay más de mil familias en riesgo de desistir. Camacol advierte que si no se toman medidas urgentes, 2025 podría cerrar con apenas 1.612 unidades vendidas, muy por debajo del promedio histórico de 2.500 a 3.200 viviendas al año.
“Estamos encendiendo las alarmas porque esto no solo afecta al empresario: afecta al obrero, al ebanista, al albañil y a cientos de familias de escasos recursos que viven de esta cadena productiva”, concluyó el gerente.