Valledupar, julio 28 de 2025. Una nueva alerta social encendió las alarmas en el municipio de Valledupar luego de que residentes de los corregimientos de Guacoche, Guacochito, Las Raíces y La Vuelta anunciaran una protesta por la falta de agua potable. Aunque finalmente no bloquearon vías, la presión ciudadana llevó a la instalación de una mesa técnica con presencia institucional.
“El acceso al agua potable es un derecho legítimo y la comunidad está reclamando lo que por ley le corresponde”, expresó el secretario de Gobierno de Valledupar, Félix José Valera, en entrevista con este medio de comunicación. El funcionario explicó que el aviso de protesta, que se viralizó en redes sociales, motivó un encuentro urgente con los líderes comunales.
Desde este lunes, se puso en marcha una mesa de diálogo con la participación de la Secretaría de Gobierno, la Secretaría de Infraestructura, la Secretaría General, representantes de la empresa de servicios públicos Corpocesar, la Defensoría del Pueblo y la Personería. “Esta instancia busca enrutar soluciones definitivas a un problema histórico que afecta, sobre todo en época de verano, a estas poblaciones rurales”, indicó Valera.
El funcionario también reconoció que la falta de agua no solo afecta a los corregimientos del norte, sino también a varios del sur de Valledupar. “Estamos atravesando un verano muy fuerte, y el caudal de los ríos ha disminuido considerablemente. Hemos estado suministrando agua mediante ayudas humanitarias y recursos propios, pero es una solución temporal”, agregó.
Además del clima, otro de los factores que agravan la crisis hídrica en la zona es la competencia por el uso del agua entre las comunidades y los grandes productores agropecuarios. “Hay una disputa con quienes cultivan arroz y palma, y también con los ganaderos, porque todos requieren agua para sus actividades. Pero debe priorizarse el consumo humano”, recalcó el secretario.
En este contexto, Valera recordó que la administración del alcalde Ernesto Orozco propuso recientemente la creación de un operador regional de agua potable para corregimientos del norte y del sur. “La idea es que estos territorios tengan una administración propia del recurso, con sentido de pertenencia y enfoque territorial. Así se garantizaría calidad y continuidad en el servicio”, concluyó.
Mientras tanto, las comunidades siguen a la espera de respuestas concretas que transformen su realidad y garanticen el acceso al agua potable, especialmente en una temporada de altas temperaturas y escasez prolongada.