Valledupar, mayo 14 de 2025. Ante la creciente preocupación de los habitantes del barrio Enrique Pupo en Valledupar por el estado de árboles de caucho que amenazan con caer sobre viviendas, la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar) aclaró cuál es su papel frente a este tipo de situaciones y qué rutas deben seguirse para su intervención.
En entrevista con este medio de comunicación, el abogado Almes José Granados Cuello, asesor de la dirección de Corpocesar, explicó que la corporación, como autoridad ambiental del departamento, tiene funciones específicas frente al manejo del arbolado urbano, limitándose a otorgar permisos para tala o poda, pero no a ejecutar directamente esas labores.
“Es fundamental determinar si los árboles están en espacio público o en predios privados, porque eso define quién debe hacer la solicitud del permiso”, indicó Granados Cuello. En el caso de predios privados, el propietario es quien debe tramitar ante la entidad; si se trata de espacio público, la responsabilidad recae sobre la administración municipal, en este caso, la Secretaría de Desarrollo Económico, Medio Ambiente y Turismo de Valledupar.
Según explicó el asesor, en el caso específico del barrio Enrique Pupo, los técnicos de Corpocesar confirmaron que los árboles se encuentran en espacio público. “La corporación no puede otorgar permisos sin el visto bueno del municipio”, subrayó.
Desde el año 2018, Corpocesar expidió la circular 301, que establece un protocolo de actuación cuando los árboles representan un riesgo. Este protocolo permite, por ejemplo, activar los Consejos Municipales y Departamentales de Gestión del Riesgo de Desastres y autoriza talas de emergencia, siempre bajo los lineamientos técnicos establecidos en el Decreto 1076 de 2015.
“Cuando un árbol representa un riesgo por su estado fitosanitario o ubicación, se puede proceder con una tala de emergencia. Esto busca proteger la integridad de las personas y de las edificaciones”, recalcó el funcionario.
Además, Granados señaló que en estos casos se puede considerar la reubicación del árbol o el reemplazo por especies más adecuadas para zonas residenciales. “La decisión debe estar respaldada por un diagnóstico técnico que evalúe si basta con una poda, o si es necesario erradicar completamente el árbol”, precisó.
Consultado sobre otras zonas como el barrio Novalito donde también hay árboles deteriorados, Granados aclaró que Corpocesar puede actuar por solicitud ciudadana o de manera oficiosa, pero siempre dentro de sus competencias. “No podemos hacer mantenimiento, poda ni tala directamente, eso le corresponde al municipio. Lo que sí hacemos es otorgar permisos e informar a los comités de gestión del riesgo”, aclaró.
Para solicitar una intervención formal, los ciudadanos deben identificar si el árbol está en espacio público o privado. En el primer caso, la solicitud debe ser presentada por la Alcaldía, anexando documentos como copia de la cédula del alcalde y acta de posesión. En el segundo, el trámite debe hacerlo el propietario, quien debe presentar formulario, certificado de libertad y tradición, y en el caso de empresas, el certificado de existencia y representación legal.
Finalmente, el asesor de Corpocesar indicó que son muchas las solicitudes que llegan a la entidad, especialmente durante temporadas de brisas y lluvias, lo que refleja una problemática de vieja data en Valledupar. “El arbolado urbano debe tratarse como un tema de gestión del riesgo, no solo ambiental, y por eso es necesario que las entidades trabajen de forma articulada”, concluyó.