Hoy, en el 88º aniversario de su nacimiento, recordamos con cariño y admiración al Maestro Julio Enrique De La Ossa Domínguez, más conocido como Julio De La Ossa, “El Pequeño Gigante del Acordeón.” Este destacado exponente del folclor vallenato dejó un legado imborrable al fallecer a los 62 años, el 28 de septiembre de 1998, en Montería, Córdoba.

Nacido en Sucre, Julio De La Ossa comenzó su viaje musical a los 17 años. Su talento innato y destreza en la ejecución del acordeón lo llevaron a alcanzar el título de Rey Vallenato en 1975. Este logro fue solo el comienzo de una carrera llena de éxitos, destacándose también como Rey Hombre Caimán en Plato, Magdalena, en 1986, y como Rey Sabanero en Sincelejo, Sucre, en 1990.
Su prolífica carrera discográfica incluye 36 álbumes propios, distribuidos en 22 discos de larga duración, 6 discos compactos y 8 sencillos. Además, más de 50 álbumes de diversos artistas contienen canciones de su autoría, testimonio de su influencia y creatividad en el género vallenato.

Entre sus composiciones más emblemáticas se encuentran: “Mi visita”, “La margentina”, “Bella cascada”, “Adiós María”, “La cita”, “La colegiala”, “Novia ingrata”, “Orfelina”, “Dibujando tu belleza” y “Gladys mi amada”. Estas obras han sido interpretadas por reconocidos artistas nacionales e internacionales, tales como La Billos Caracas Boys, Los Hispanos, Los Melódicos, Carlos Vives, Iván Villazón y Silvestre Dangond.
El legado de Julio De La Ossa, con su ingenio musical y dedicación, continúa siendo una fuente de inspiración y orgullo para el folclor vallenato, perpetuando su contribución al engrandecimiento de este género musical tan querido y respetado.