El maestro Julián Rojas Terán cumple 50 años de carrera musical, una trayectoria marcada por la pasión, el talento y la resiliencia. Reconocido por su virtuosismo en el acordeón y por haber protagonizado momentos memorables del folclor vallenato, Rojas se ha consolidado como uno de los grandes referentes del género.
Su nombre quedó inscrito en la historia cuando, en 1991, derrotó en el Festival Vallenato al favorito Juancho Rois, un episodio que todavía resuena en la memoria colectiva. “Soy un hombre con los pies puestos en la realidad, muy sociable y querido por el público y siempre toco el acordeón con el corazón”, expresó el maestro, resaltando la humildad que lo caracteriza pese a sus triunfos.

Nacido en San Andrés Islas el 23 de julio de 1970, Julián encontró en el acordeón un refugio y una forma de expresar su vida. “Mi estilo musical es depurado, cristalino, transparente, sensible y muy bonito, porque siento lo que hago”, dijo al recordar cómo desde joven se enamoró de los botones del instrumento que lo llevaría a recorrer escenarios de toda Colombia.
A lo largo de su trayectoria, Rojas ha compartido escenario con grandes voces como Jorge Oñate, El Binomio de Oro, Los Diablitos del Vallenato, Miguel Morales, Daniel Calderón, Poncho Zuleta e Ivo Díaz, entre muchos otros. Uno de sus hitos más importantes fue la producción musical “El Invencible” junto a Jorge Oñate en 2002, trabajo que incluyó 15 canciones y se convirtió en un éxito nacional. También destaca el tema “Quiero Volar”, en la voz de Junior Santiago.

Hoy, tras medio siglo de carrera, Julián sigue activo en parrandas y escenarios, acompañado de músicos jóvenes como Edwin Solano y Yimmi Saurith, demostrando que el vallenato tradicional sigue vivo en cada acorde.
Más allá de los reconocimientos, el acordeonero asegura que su motor ha sido siempre el cariño de su público y el apoyo incondicional de su familia. “Yo amo mucho mi acordeón, es que me gusta mucho lo que hago”, confiesa, convencido de que su legado está en cada nota que interpreta.
Cincuenta años después de iniciar este camino, Julián Rojas Terán sigue siendo ese faro del folclor, un símbolo de esperanza, cultura y corazón que demuestra que la verdadera música nace del alma y nunca se apaga.